La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA) de Ibiza ha vuelto a advertir de la falta de avances en materia de inclusión educativa en las Pitiusas. La entidad asegura que el Govern balear está optando por reabrir aulas específicas para alumnado con necesidades especiales, en lugar de reforzar los recursos dentro de las clases ordinarias, lo que supone «un retroceso respecto a los compromisos europeos en materia de educación inclusiva».
Hay que señalar que representantes de la Fapa de Ibiza participaron esta semana en una Mesa de Familias convocada por la Conselleria de Educación, en la que también asistieron el conseller y varios directores generales. En ese encuentro, indicaron, el Govern volvió a destacar la apertura de nuevas aulas específicas UEECO (Unidades de Educación Especial en Centros Ordinarios) en Mallorca y en Ibiza, como principal medida en materia de inclusión.
Inflexible
La federación afirma que trasladó su preocupación, pero que la respuesta institucional fue inflexible. «Se cierran en banda. No hay manera de que vean que este modelo no es inclusivo. Lo planteamos una y otra vez, pero la posición del Govern no cambia», aseguran, lamentando que en Ibiza se han vuelto a poner en marcha aulas que en su momento se habían retirado porque se intentaba trabajar desde una mirada más inclusiva.
La presidenta de la entidad, Ana Torres, insiste en que las familias no se oponen a que exista un refuerzo especializado, pero considera que la apertura de más aulas específicas supone «separar» al alumnado con diversidad funcional del resto de estudiantes, en lugar de integrarlo en las aulas con apoyos adecuados.
En este sentido, explica a Periódico de Ibiza y Formentera que el modelo debería garantizar poder atender en el aula común – y con recursos suficientes – a estos alumnos. Indica que si un niño con necesidades educativas pasa a una clase ordinaria sin apoyos, al final el docente se ve sobrepasado y la solución más cómoda acaba siendo crear otra vez un aula específica. Este modelo, añade, va «en contra de la normativa europea», que obliga a los Estados miembros a promover la inclusión real y la convivencia en entornos ordinarios siempre que sea posible.
La Fapa recuerda que el problema de fondo es la falta de recursos humanos y materiales en los centros educativos. «La teoría de la inclusión es muy bonita sobre el papel, pero los colegios necesitan apoyos reales», precisaron, defendiendo que la presencia de alumnado con necesidades especiales en las aulas ordinarias enriquece al conjunto del alumnado y fomenta valores como la empatía, la solidaridad y la igualdad.
«Tener un niño con necesidades en clase hace que sus compañeros crezcan con una mirada más comprensiva y más solidaria. Eso no se consigue si lo apartamos en un aula específica», insisten. Por ello, consideran que cada paso atrás en materia de inclusión supone no sólo un perjuicio para los niños con necesidades específicas, sino también para la formación integral del resto de estudiantes. En esta línea, abordaron la importancia de reforzar la plantilla de profesionales especializados en inclusión – como los ATEs (Auxiliares Técnicos Educativos) – y garantizar formación continua al profesorado. Al respecto, la entidad señala que recientemente Educación informó de la contratación de 40 nuevos ATEs para Baleares.
Crear guetos no es 8 Inclusion. Si necesitan apoyo y recursos especiales que se apliquen dentro de un aula con el resto de compañeros. Eso es inclusión.