Coincidiendo con el Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas, el Casal d'Igualtat de Vila acogió ayer el evento 'Cine y conciencia frente a la trata' con el objetivo de sensibilizar sobre una de las realidades más invisibilizadas de la actualidad.
La iniciativa combinó ponencias, proyecciones de cortometrajes y un cinefórum con especialistas y cineastas bajo el lema 'El cine como herramienta de reflexión y de cambio'. También contó con un debate conducido por la cineasta y activista, Ruth T. Quintas, quien dio a conocer los mecanismos de la trata, desmontó mitos y aportó herramientas de detección y acción ciudadana.
Marta Martínez, psicóloga de Médicos del Mundo Baleares, aprovechó para presentar las nuevas campañas de concienciación: '¿Puta yo?; Ser putero no mola y Neones sinceros'.
«Este año hemos atendido a unas 300 personas», destacó Martínez en su intervención, afirmando que, posiblemente en Ibiza, estas cifras se multiplican sobre todo en temporada.
En relación a los rangos de edad de las víctimas de la prostitución, destacó que últimamente se ha registrado un cambio de paradigma en los perfiles de las prostitutas, con mujeres muy jóvenes. «La mayoría tiene entre 25 y 34 años y 35 y 44. Algunas tienen más de 55 años. Hay que pensar, por tanto, dónde estamos y qué es lo que se demanda», explicó Martínez a los asistentes.
También van cambiando los lugares en los que se encuentra la prostitución y, si antes ejercerla en la calle era lo más habitual, ahora esta práctica se extiende a otros puntos más deslocalizados como villas o barcos, en el caso de Ibiza.
Según añadieron, casi todas las mujeres atendidas eran extranjeras «y el problema es que vienen a Baleares a hacer la temporada y sabemos que se ha incrementado la demanda».
Desde Médicos del Mundo afirmaron además que la explotación sexual es una forma de violencia machista y la expresión máxima de las desigualdades.
Esta entidad avanzó también que, en 2023, en Ibiza fueron atendidas 566 víctimas de la prostitución, 385 en 2022.
La situación administrativa -irregular casi siempre- de las víctimas complica también el futuro de estas personas. De ellas, hasta un 70% sufre problemas de salud mental, tales como depresiones o trastornos. «Su nivel de ansiedad, muchas veces, puede compararse al de una persona que ha sido torturada», señalaron desde Médicos del Mundo.
Quieren acabar con el oficio mas antiguo del mundo en 2 dias a base de hacer paripes....