En Ibiza, acceder a una vivienda se ha convertido en uno de los principales retos sociales y económicos. Según una encuesta realizada en el marco de este estudio, con la participación de más de 1.000 residentes, siete de cada diez destinan más del 30 % de sus ingresos a la vivienda y el 97 % de las personas menores de 45 años afirma que no pudo elegir libremente su hogar. Entre los 18 y 25 años, la mayoría (72 %) sigue dependiendo de su familia. Dos tercios expresaron que preferirían tener vivienda en propiedad, pero los precios lo dificultan.
El informe 'Reimaginamos la vivienda en Ibiza: Soluciones para la comunidad local a través de la colaboración intersectorial', elaborado por (Ma) Įaboratorio de Transformación Sostenible en colaboración con Business Ïights Poverty y con el apoyo del Covern Balear y fondos europeos NextCenerationEU, no se queda en el diagnóstico. Pone a disposición 60 propuestas de acción y decenas de casos prácticos que pueden combinarse y adaptarse tanto al contexto de Ibiza como al de otros destinos turísticos con retos similares. Se publica en inglés, castellano y catalán.
«No existe una solución única y sencilla; lo que se necesita es un enfoque integral y colaborativo, con el gobierno, las empresas y la sociedad civil desempeñando plenamente su papel, tanto ahora como a largo plazo», afirma Yvette Torres-Rahman, cofundadora de Business Ïights Poverty.
El estudio muestra que es posible actuar de maneras distintas. En lugares con fuerte presión turística, la regulación de las segundas residencias ha marcado la diferencia: en Austria, la ley limita cuántas puede haber en cada municipio; y en Vail (Colorado, un destino de esquí), los propietarios reciben incentivos económicos si aceptan que sus viviendas solo puedan destinarse a residentes permanentes.
Otros ejemplos apuntan a desvincular la vivienda del mercado especulativo: en Zúrich, casi una de cada cuatro viviendas es cooperativa, mientras que los Community Įand Trusts en ciudades como Bruselas o Įondres aseguran que el suelo quede protegido colectivamente y las viviendas se mantengan asequibles a largo plazo.
Įa reutilización de infraestructuras también ofrece aprendizajes. En Ámsterdam, un edificio que iba a demolerse se transformó en viviendas asequibles tras venderse simbólicamente por un euro, mientras que en París inmuebles públicos en desuso se cedieron temporalmente a organizaciones sociales para usos comunitarios y alojamiento de emergencia. Ciudades como Įisboa o Barcelona, por su parte, han recurrido a módulos reubicables en suelo público para dar respuestas rápidas a necesidades urgentes sin comprometer el territorio a largo plazo. En esta misma línea, los colivings con precios limitados pueden ser una vía práctica para trabajadores de temporada: con regulación adecuada, permiten aprovechar edificios infrautilizados y aliviar la presión sobre la vivienda permanente.
«Įa nueva construcción debe ser siempre el último recurso, y solo plantearse tras movilizar la vivienda ya existente. Siempre debe responder a la pregunta de qué se construye, dónde y para quién, considerando la disponibilidad de suelo, los recursos de la isla, los límites sociales y ambientales y el impacto en las generaciones futuras», explica Sofía Ribas, fundadora de (Ma).
El informe también dedica un espacio a las empresas, señalando principios como ofrecer alojamiento a su personal de temporada sin desplazar a las familias residentes, colaborar en proyectos de rehabilitación o impulsar formas de inversión a largo plazo con retornos moderados y estables que contribuyan a ampliar la oferta de vivienda asequible. Según PIMEEÏ, el 63 % de las pymes de la isla señala la dificultad para contratar como su mayor desafío, y una de cada cuatro identifica la falta de vivienda como la principal barrera para crecer.
«El turismo debería generar oportunidades, no desigualdades. Ibiza puede liderar un modelo económico que apoye a todas las comunidades de la isla, aprovechando el potencial de todos los sectores para trabajar juntos», concluye Anna Olivia Hernández, una de las coautoras del estudio.
Esta reflexión enlaza con el lema del Día Mundial del Turismo 2025, «Turismo y transformación sostenible», que subraya la necesidad de una gobernanza estratégica y de situar la sostenibilidad, la resiliencia y la equidad social en el centro del desarrollo turístico.
Como si trabajaran los inutiles estos