Alrededor de medio centenar de personas se concentraron este viernes al mediodía frente al Ayuntamiento de Sant Josep para exigir el cumplimiento de la Ley 7/2023 de protección de los derechos y el bienestar de los animales, en especial en lo relativo a la gestión de colonias felinas. Los manifestantes reclamaron «más transparencia y una aplicación real de la normativa» por parte de la administración local.
Durante la protesta se escucharon gritos de «¡dimisión, Víctor Colomar!», en referencia al coordinador del Consorcio para la Recuperación de la Fauna de las Illes Balears (COFIB) en Ibiza. Colomar publicó recientemente en sus redes sociales varios comentarios que han generado gran polémica, al referirse a los defensores de los gatos comunitarios como «tarados del dios gato» y afirmar que en «una isla medioambientalmente sana no debería haber ni un gato paseando por los ecosistemas». Sus declaraciones han sido consideradas ofensivas por parte de los colectivos animalistas y fueron el detonante para la protesta de este viernes.
Entre los asistentes se encontraban numerosas alimentadoras de colonias, que también cargaron contra la gestión de Natura Park, la entidad encargada del Centro de Protección de Animales Domésticos de Ibiza (CEPAD) de Sant josep. Según denunció Olivier, uno de los portavoces, «el 80 % de los gatos que entran en Natura Park acaban muriendo, mientras que en sa Coma el 80% eran adoptados» mientras erclamaba «más transparencia en los números y en la gestión», asegurando además que «no se está cumpliendo con la obligación contractual de contar con voluntariado».
Los colectivos recuerdan que, según datos denunciados por PACMA, entre enero de 2023 y junio de 2024 murieron 118 de los 146 gatos ingresados en este centro, lo que supone una tasa de mortalidad cercana al 81 %.
Otra de las críticas se dirigió al Ayuntamiento de Sant Josep. «Según ellos, en el municipio no hay ninguna colonia felina registrada, pero nosotros hemos documentado hasta 25», afirmó Olivier. La falta de censado oficial de colonias es, según los manifestantes, una muestra del incumplimiento de la Ley 7/2023 de Bienestar Animal, que obliga a los consistorios a aplicar el método CER (captura, esterilización y retorno) como sistema de control poblacional.
En cuanto al impacto de los gatos sobre la sargantana ibicenca, especie endémica en peligro por la expansión de las serpientes, las opiniones entre los concentrados fueron diversas: desde quienes aseguran que «si los gatos están bien alimentados no atacan a las lagartijas» hasta quienes sostienen que «siempre han convivido en armonía gatos y sargantanes hasta que llegaron las serpientes».
Máxima tensión
El capítulo más tenso de la protesta llegó cuando se abordó la cuestión de la esterilización. Una parte de los manifestantes defendía que «es la única forma ética de evitar la reproducción y lograr que las colonias desaparezcan poco a poco», mientras que otro grupo rechazó tajantemente esta medida. En un momento de la discusión llegaron a acusarse mutuamente de «robar gatos para castrarlos», y se escucharon gritos de «asesinos», reflejo de la división existente también dentro del movimiento en defensa de los felinos.
El Ayuntamiento de , expresó su respeto «»porque vivimos en un país democrático donde todas las personas tienen derecho a manifestarse libremente».
LOLASi capamos a todos los machos en diez años no queda un solo gato en la isla.