El conseller balear de Educación, Antoni Vera, anunció este miércoles que el CEIP Can Misses permanecerá cerrado hasta el próximo lunes tras detectarse importantes daños ocasionados por las intensas lluvias registradas en la isla. Técnicos y arquitectos, junto a operarios municipales, visitaron ayer varios centros educativos de Ibiza para evaluar las incidencias, destacando que, de momento, este colegio de Vila es el que presenta «una situación más delicada».
Según detalló Vera, mientras en el CEIP Sant Jordi y el CEIP Poeta Villangómez las incidencias se han centrado en varias aulas anegadas por la acumulación de agua, en Can Misses los desperfectos afectan a la propia infraestructura. Entre ellos, destacó la caída de un falso techo, filtraciones en paredes, averías en la instalación eléctrica y goteras procedentes de la conducción del sistema de climatización.
Por este motivo, y de manera preventiva, se ha decidido «mantener el centro cerrado hasta garantizar la seguridad de los alumnos y docentes». En este sentido, agregó que lo prioritario es asegurar que las instalaciones estén en condiciones óptimas antes de retomar la actividad lectiva. Durante los próximos días, indicó, equipos de técnicos y operarios trabajarán en la reparación de los desperfectos y en la revisión de todas las instalaciones. Además de Can Misses, el conseller y el delegado territorial de Educación visitaron otros centros que también han registrado incidencias, como Sa Joveria, Sa Graduada, el IES Blanca Dona y el IES Isidor Macabich, donde se han producido problemas derivados de las lluvias. También registró varios daños el IES Marc Ferrer de Formentera.
Al respecto, desde Educación informaron de que este centro no podrá abrir este jueves por una incidencia en el suministro eléctrico. «Aunque durante este miércoles las previsiones apuntaban a que el centro podría retomar la actividad docente con normalidad, por la tarde se ha detectado una incidencia que impide garantizar el correcto funcionamiento de las instalaciones eléctricas. Los servicios técnicos están trabajando intensamente para restablecer el suministro con la máxima celeridad, pero no será posible reabrir el centro durante la jornada de este jueves», agregaron, resaltando que se mantendrá un seguimiento constante de la evolución de la incidencia y «se informará puntualmente a las familias». Respecto a la denuncia de sindicatos de enseñanza en relación al retraso de la alerta, Vera explicó que la jornada comenzó sin previsión de cierre de colegios, ya que a primera hora de la mañana no se había activado la alerta roja.
Cabe recordar que SIAU denunció que Educación «puso en riesgo a alumnos y docentes de Ibiza con la tormenta» y acusó a la Conselleria de «negligencia» por su gestión de las lluvias torrenciales en las Pitiusas. «Nosotros seguimos siempre las instrucciones de Emergencias. Cuando Aemet decretó la alerta roja los alumnos ya estaban en clase, y en ese momento enviamos instrucciones a los centros», defendió Vera, subrayando la importancia de restablecer cuanto antes la normalidad en los centros educativos de Ibiza.
Protocolos
Al respecto, Vera insistió en que se actuó siguiendo los protocolos establecidos y en coordinación con el sistema de Emergencias, precisando que los protocolos internos de Educación no se aplican de manera autónoma, sino que se activan de forma conjunta con el resto de administraciones y el Estado, con la Agencia Estatal de Meteorología como referencia», señaló.
En esta línea, el conseller reconoció que la situación generó momentos de tensión en los colegios, donde los alumnos permanecieron en el interior de las aulas hasta las 16.00 horas. Recordó que los estudiantes no podían salir hasta esa hora, cuando estaba previsto que se desactivara la alerta roja y se pasara a naranja. El principal argumento para mantener a los escolares en el interior fue el colapso viario.
«Las calles eran intransitables. Entendemos la angustia de las familias, pero quisimos trasladar un mensaje de tranquilidad: los niños estaban bien. Evidentemente, hubo padres que se desplazaron a los centros antes de las 16:00 horas. Yo lo entiendo, es humano», remarcó. Las condiciones meteorológicas también afectaron al servicio de comedor escolar.
El catering S’Olivera, encargado de distribuir los menús a la mayoría de centros educativos de la isla, no pudo realizar los repartos en varios municipios debido a la imposibilidad de circular por las carreteras. «Los vehículos no podían acceder a determinados puntos. Además, no podíamos improvisar comidas sin tener en cuenta las alergias alimentarias de algunos alumnos», indicaron desde Educación. La Conselleria insistió en que se trataba de una situación excepcional y subrayó que «la prioridad era garantizar la seguridad de los niños».