El puerto de Ibiza ha recibido este miércoles por la mañana la imponente visita del buque Duque de Ahumada, el nuevo patrullero oceánico de la Guardia Civil y el mayor buque de toda la historia de la Benemérita. El buque está haciendo escala en la mayor de las Pitiusas, pues este domingo estará en Mallorca para una jornada de puertas abiertas.
Según informan desde la Guardia Civil a Periódico de Ibiza y Formentera, el Duque de Ahumada estará el sábado ya en Palma, puesto que no hay prevista jornada de puertas abiertas en Ibiza.
La presencia de este gran buque no ha pasado desapercibida entre trabajadores y transeúntes habituales del puerto de Ibiza, que no han dudado en hacerse fotos con el barco.
Tras su escala en Ibiza, el gran patrullero se dirigirá a Mallorca, donde celebrará una jornada de puertas abiertas el domingo 26 de octubre, en la estación naval de Portopí, entre las 10:00 y las 13:00 horas. La entrada será gratuita y una oportunidad única para que la ciudadanía pueda conocer de cerca esta innovadora plataforma tecnológica, que aún concentra gran expectación en círculos gubernamentales y sociales.
Este nuevo buque, denominado con el título histórico relacionado con la fundación de la Benemérita, es el orgullo absoluto del Servicio Marítimo de la Guardia Civil (SEMAR) y simboliza un salto de calidad en la defensa de las aguas españolas, gracias a una modernización que incluye motores sofisticados y un diseño eficiente para operaciones prolongadas en el mar. El buque, que ya ha entrado en servicio a partir de septiembre de 2025, desempeñará funciones esenciales en vigilancia de fronteras, control de actividades ilícitas, protección medioambiental y apoyo a operaciones de rescate. Además, su despliegue permite ampliar la presencia del SEMAR no solo en la Península sino también en territorios donde España mantiene destacamentos, como Senegal o Mauritania, reforzando así la seguridad marítima global.
Construido por Astilleros Ría de Vigo, una referencia naval española perteneciente al Grupo Armon y heredera del legendario astillero Hijos de J. Barreras, el buque fue botado el 14 de noviembre del año pasado. Mide un total de 82,15 metros de eslora y 14 metros de manga, con un despliegue que roza las 2.600 toneladas y un calado de 4,7 metros, lo que lo convierte en el mayor buque de toda la historia de la Guardia Civil en términos de volumen y capacidad.
Capacidades técnicas
Su propulsión se basa en dos motores MAN 12V175D, que ofrecen una potencia de 2.200 kW cada uno y alimentan dos hélices de paso variable que permiten alcanzar velocidades de hasta 18 nudos.
Puede mantenerse a 14 nudos y tiene una autonomía sobresaliente, capaz de recorrer hasta 11.000 millas náuticas y permanecer activo en alta mar durante más de 30 días sin reaprovisionamiento portuario. Está preparado para una dotación básica de 44 tripulantes, con espacio adicional para 16 personas más, lo que lo habilita para misiones extensas con personal de apoyo o detenidos. Además, cuenta con áreas específicas para náufragos, con instalaciones adaptadas para mujeres y niños, junto a zonas hospitalarias, enfermería y hasta una morgue, subrayando la complejidad y exhaustividad del diseño en términos humanitarios.
El equipamiento
Este barco está equipado con dos embarcaciones auxiliares tipo RHIB (Rigid Hull Inflatable Boat) para intervenciones rápidas de rescate, inspección y abordaje, ideales para misiones contra redes de inmigración irregular o narcotráfico. La más grande de estas embarcaciones puede alcanzar una velocidad de 60 nudos, mientras que la pequeña llega hasta los 40 nudos, proporcionando flexibilidad operativa para diferentes escenarios.
Cuenta además con un helipuerto en la parte trasera, con una plataforma de aterrizaje de 144 metros cuadrados que permite a helicópteros de tamaño medio efectuar operaciones de reabastecimiento o evacuación sanitaria de forma eficiente, incrementando su alcance operativo y capacidad logística.
En proa, dispone de espacio para instalar armamento pesado, como ametralladoras de 12,7 mm o lanzagranadas, amplificando su faceta defensiva y disuasoria frente a posibles amenazas en zonas de alto riesgo. La cubierta también aloja hasta cuatro contenedores de 20 pies, con grúas propias para facilitar la manipulación desde y hacia el barco.
El nuevo patrullero sustituye al Río Miño, una embarcación previamente adaptada a partir de un pesquero japonés de 1984 y utilizada durante más de dos décadas por la Guardia Civil. El reemplazo mejora notablemente la capacidad técnica y la eficiencia operativa, así como el impacto medioambiental de las misiones a largo plazo, destacando la apuesta estatal por modernizar su flota marítima.
La inversión global ha sido de 34,9 millones de euros, financiada parcialmente con recursos de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (FRONTEX). Esta colaboración internacional refleja el interés conjunto en frenar fenómenos como la inmigración irregular, el tráfico de drogas y los crímenes organizados en las aguas españolas y adyacentes, tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico.
Muchos, y bien hecho. Cumpliendo leyes internacionales, europeas y nacionales. Ajo y agua fachitas