El Consell de Ibiza, a través del programa ‘En Compañía es mejor’, ha organizado este jueves a las 10 horas en la Llar Ibiza la charla ‘Soledad no deseada. Aprende a manejarla’. Esta actividad se llevará a cabo en colaboración con la Asociación Española Contra el Cáncer en Ibiza y estará dirigida por la psicooncóloga Paloma Medina.
La experta brindará a los mayores de la Llar estrategias para reconocer y gestionar la soledad, entender su impacto físico y emocional o promover actitudes positivas ante estas situaciones. Además, el objetivo es presentar herramientas para afrontar la soledad desde la confianza y la comunicación.
En esta ocasión, la charla irá dirigida principalmente a los mayores.
—En la Llar Ibiza, imparte una charla sobre la soledad no deseada entre los mayores.
— Aunque la soledad es algo global, en principio sí está pensada para ellos. Lo llevaremos a cabo en la Llar Ibiza.
—Se asegura que la soledad es el gran mal del siglo XXI.
—Eso es, porque una cosa es estar solo y otra sentirse solo y el problema es que a veces podemos estar con mucha gente, pero nos sentimos solos. Esa es la soledad no deseada. En el caso de los mayores, la sociedad ha cambiado mucho y, si antes todos vivíamos en familia, ahora todos nos movemos y viajamos mucho. Nos vamos fuera y, al final, los padres se quedan solos en pueblos y ciudades. Es la sociedad la que ha provocado este problema. Estamos lejos de todo. Incluso, vivimos en un edificio y no hablamos con nuestros vecinos.
—En la charla, va a ofrecer una serie de estrategias para afrontar la soledad.
—Una de ellas puede ser ir a lugares donde se celebran actividades. Afortunadamente, en las ciudades hay muchas. Otra recomendación que enlaza con mi trabajo actual es el voluntariado. Ser voluntario y ocupar nuestro tiempo en ayudar a los demás, también aporta. Se puede ocupar ese tiempo que nos sobra en ayudar.
—La soledad no deseada afectará al estado psicológico de quien la sufre.
—La soledad hace enfermar y por eso es tan peligrosa ya que puede provocar depresiones. El organismo reacciona con una bajada de defensas y eso hace que enfermemos más.
—Usted trabaja en la Asociación Española Contra el Cáncer y la soledad en personas que atraviesan esta enfermedad será habitual.
—Es una realidad en Ibiza y Formentera. La soledad en las islas es tremenda porque viene mucha gente a trabajar o se muda simplemente porque le gusta el lugar. Sin embargo, cuando viene una situación como el cáncer, mucha gente comparte piso y debe enfrentarse a una quimio o a una radio sola. Hay situaciones en las que incluso se rechaza a una persona enferma. Aquí hay mucha gente que viene de muy lejos y no tiene familia ni amigos. Se enfrentan a enfermedades completamente solos; afrontan tratamientos o necesitan cuidados y no tienen a nadie que se los dé. Es algo que se ve. En Ibiza y Formentera, muchos somos de fuera y, además, el problema de la vivienda, agrava estas situaciones.
—Se habla del cáncer o de la soledad de los mayores, pero no se aborda tanto esta situación que comenta y que afectará a muchas personas.
—Eso es. Es una soledad más grave porque están enfermos y no pueden salir de casa. Desde el voluntariado, intentamos acompañar y ayudar, pero hay muchos mayores que, a lo mejor, están encarcelados en sus casas porque simplemente no tienen ascensor y no pueden bajar. Vivir en ciudades en esta sociedad que hemos creado lleva a estas cosas porque en los pueblos la gente se conoce más.