La mayoría de los migrantes que llegan en patera a Ibiza no ven la isla como su destino final, sino como una escala en su camino hacia la Península y otros países europeos. Según explicó Carmen Navarro, responsable del Servicio de Primera Acogida de Cruz Roja Ibiza, cerca del 80 % de las personas atendidas por la entidad solicita apoyo para viajar a Barcelona y, desde allí, continuar su trayecto hacia Francia o Bélgica, donde la mayoría dispone de familiares o una red de apoyo.
Navarro participó en la décima edición del Encuentro de Agentes Sociales de las Pitiusas, organizado por Cáritas Diocesana de Ibiza bajo el título Pateras: un viaje al paraíso, celebrado en la nueva nave de Cáritas en Can Pep Xico. La jornada, inaugurada por el director de Cáritas, Juan Torres, y la consellera insular de Asuntos Sociales, Carolina Escandell, reunió a representantes de distintas entidades sociales, fuerzas de seguridad y administraciones para analizar el fenómeno migratorio en Ibiza y Formentera desde distintas perspectivas.
Navarro explicó que la llegada de pateras ha cambiado en los últimos años, al igual que la respuesta de los equipos humanitarios. «Cuando llegan, la mayoría busca directamente a la Policía. Muchos no saben dónde están ni qué hacer, y nuestro papel es acompañarlos en esos primeros momentos de incertidumbre», señaló Mary Castaño, coordinadora insular de Cruz Roja en Ibiza, destacando que la mayoría de los migrantes que alcanzan la costa ibicenca proceden de Argelia y otros países del norte de África, aunque también hay un creciente número de personas originarias de Somalia, Malí o Senegal.
El servicio de primera acogida incluye atención médica, alimentos, ropa y apoyo psicológico. «Intentamos que cuando inicien su proceso administrativo estén en condiciones físicas y emocionales adecuadas», explicó Castaño, precisando que la primera pregunta que realizan al llegar es: «¿Nos vais a devolver?». En este sentido, Castaño explicó que desde la entidad les tranquilizan explicando que han llegado a Ibiza y que tienen que «pasar un procedimiento con la Policía Nacional».
Las reacciones emocionales varían según el origen. «Los migrantes magrebíes son los más informados; saben a lo que se enfrentan porque llevan tiempo llegando», comentó la responsable de Cruz Roja.
«En cambio, las personas subsaharianas llegan con más desconfianza y miedo. Sus miradas lo dicen todo», precisó. Recordó algunos episodios especialmente duros: «En los primeros años todo era experimental. A veces teníamos que separar a los menores de sus madres a las tres de la madrugada en comisaría». Con el tiempo, explicó, los protocolos se han mejorado y hoy se evita ese tipo de situaciones.
La intervención de Cruz Roja incluye también una parte emocional. «Más importante que el agua o la ropa es poder poner una mano en el hombro y decirles que todo irá bien», afirmó, al mismo tiempo que destacaba cómo en los últimos años la acción solidaria ha sido objeto de críticas.
«Hay quien nos felicita por ir a ayudar, pero también quien se queja de que atendamos a determinados colectivos», lamentó e indicó que se está cuestionando la solidaridad.
Una labor «cuestionada»
«No deberíamos avergonzarnos de dar una respuesta humanitaria. Los voluntarios realizan una labor altruista esencial», apuntó.
También agregaron que Cruz Roja Ibiza ha reforzado su equipo con más personal y formación específica para gestionar emergencias humanitarias, especialmente ante el aumento de llegadas registrado en los últimos años.
Al respecto, Navarro recordó que el servicio de traslado de migrantes en 2020, en plena pandemia, era muy puntual. «Coordinábamos los traslados con la Policía Nacional y el Ministerio de Inclusión, que contactaba con los centros de acogida en la Península. La mayoría de los migrantes eran hombres argelinos», explicó, agregando que en 2023 se trasladaron a unas 150 personas y en 2022 a 84 migrantes.
120 traslados
«Este año ya hemos gestionado más de 120 traslados», señaló Navarro, destacando que desde el 20 de agosto de este año, tras la declaración de emergencia humanitaria, todos los migrantes que llegan a las islas son considerados personas vulnerables y, por tanto, pueden acceder a los recursos de acogida.
En Ibiza, según recordó, se ha habilitado recientemente una carpa provisional con capacidad para 160 personas, donde los migrantes pueden permanecer hasta 72 horas antes de ser derivados a otros recursos. «Esa carpa lleva está operativa, aunque todavía no se ha presentado oficialmente», añadió, destacando que este recurso permite que las intervenciones sean «más humanas y profundas».
«Antes no teníamos tiempo ni espacio. Ahora podemos hacer entrevistas, conocer las historias de vida y ofrecer apoyo emocional. Muchos llegan agotados, con un nivel de incertidumbre altísimo. Sólo cuando les explicamos que tendrán asistencia, se calman y confían», aseguró. El dispositivo también sirve para coordinar las derivaciones judiciales. «Hay hombres que no pueden ser trasladados porque tienen un proceso judicial abierto, la mayoría de ellos argelinos. En esos casos, permanecen en la isla hasta que el procedimiento se resuelve», precisó.
Las cuentas no cuadran. Según se está publicado en medios nacionales. En éste 2025 la población en España va a aumentar en 600.000 mil personas, todo por la inmigración. Un récord por encima de lo esperado. Hay 1, 1 millón SOLO de Marroquíes en España casi 400.000 nacionalizados. Que 4 de cada 5 se van a otros países no se lo cree nadie. Informes de los propios gobiernos admite quev van a ver guerras civiles en Europa por el ISLAM. Aquí se ha empeñado que nos pase lo de Francia, Bélgica o Suecia.