La World Travel Market de Londres es la feria de turismo más importante del mundo. Un acontecimiento que hoy abre sus puertas y en el que también estará presente O Beach Ibiza, uno de los principales establecimientos de ocio de la isla de Ibiza con una clientela procedente, en su mayoría, del Reino Unido. Su gerente y uno de sus copropietarios, Duane Lineker (Leicester, 1984) explica cómo ve la realidad de la isla y, concretamente, de Sant Antoni.
— ¿Qué nuevos proyectos o iniciativas habéis venido a presentar a Londres?
—Acabamos de lanzar nuestra nuestro programa de membresía, The Inner Circle. Permite a nuestros clientes descargarse una aplicación donde acumular puntos y acceder a mejoras y experiencias exclusivas en todos nuestros negocios, especialmente en O Beach Ibiza y O Beach Dubái. Es nuestra manera de premiar la fidelidad y crear una comunidad más cercana entre nuestros clientes.
— Ibiza en general, y San Antonio en particular, tienen al turista británico como uno de sus principales mercados. ¿Es especialmente importante para ellos esta feria de Londres?
—Sí, creo que es una feria muy importante y una gran oportunidad para reunirse con personas muy conectadas dentro del sector turístico, que pueden atraer visitantes de todo el mundo —y especialmente del Reino Unido— a Ibiza. También es una excelente ocasión para que Ibiza muestre lo increíble y diversa que es su oferta turística.
—¿Por qué son importantes este tipo de ferias para grupos consolidados como el vuestro?
—Es fundamental seguir construyendo la marca Ibiza y mantenerla en primera línea en la mente de la gente. Si no participamos en este tipo de ferias, corremos el riesgo de perder terreno frente a otros mercados emergentes. Se trata de seguir siendo visibles, relevantes y estar siempre un paso por delante.
—Sant Antoni está trabajando para cambiar su imagen, históricamente vinculada al ocio nocturno. ¿Qué opinión le merece esta transformación?
—Creo que cada municipio de la isla ofrece algo único, y esa diversidad es precisamente lo que da a Ibiza su atractivo especial. San Antonio ha hecho un trabajo increíble en los últimos años para evolucionar su imagen. Hoy en día cuenta con algunos de los mejores hoteles, restaurantes y espacios de ocio de la isla, además de unos recursos naturales espectaculares —las playas, las puestas de sol, el campo y el puerto. Estoy orgulloso de que la mayoría de nuestros negocios estén en San Antonio y en Ibiza.
—La intervención artística de Okuda San Miguel y el cambio de nombre del West End forman parte de este proceso. ¿Cree que iniciativas como estas son efectivas?
—Creo que la obra de arte fue fantástica y generó mucha publicidad positiva para la zona. Ojalá sirva como catalizador para un futuro mejor en esa parte del municipio. Iniciativas como esta transmiten el mensaje correcto: que San Antonio está apostando por la creatividad, el arte y una identidad cultural más cuidada.
—El tráfico de drogas sigue siendo un problema serio para el municipio. ¿Cree que se está haciendo lo suficiente para combatirlo?
—No creo que sea un problema exclusivo de San Antonio, ni siquiera de Ibiza. Es un fenómeno global. De hecho, caminando por las calles de Londres me ofrecen estas sustancias más veces que en San Antonio o en Ibiza. Es un desafío constante en todas partes, no solo aquí.
—La falta de vivienda es uno de los mayores problemas de la isla. ¿Le resulta difícil completar las plantillas debido a ello?
—Sí, sin duda es un problema que afecta a toda la isla. La población crece cada año, la demanda turística también, y eso hace que los precios suban, lo que dificulta que los trabajadores encuentren alojamiento. Sé que San Antonio y otros municipios están abordando este tema mediante nuevos planes urbanísticos para ofrecer más viviendas y opciones más asequibles. No es mi campo de especialidad, pero creo que en los próximos dos o tres años veremos una mejora cuando se completen los nuevos desarrollos.
—Ibiza vive un debate constante entre el turismo de ocio y la sostenibilidad. ¿Cómo ve el equilibrio entre ambas cosas en el futuro de Sant Antoni?
—Estoy totalmente de acuerdo en que todo necesita un equilibrio. En mi opinión, ahora mismo ese equilibrio está en un buen punto. Ibiza ha sabido evolucionar sin perder su entorno natural ni su identidad cultural, y eso es algo que debemos seguir cuidando entre todos.
—¿Qué iniciativas sostenibles o de responsabilidad social habéis incorporado en O Beach o en otros negocios del grupo?
—Hemos implementado varios sistemas de reciclaje y gestión de residuos, trabajando estrechamente con una consultora medioambiental que nos ha ayudado a avanzar de forma real. Es un proceso continuo y seguiremos mejorando. El futuro de nuestra empresa está ligado a Ibiza, así que protegerla y mantenerla es una prioridad para nosotros.
—¿Cómo imagina Sant Antoni dentro de diez años? ¿Más exclusivo, más local o más diversificado? ¿Y la isla en general?
—San Antonio ha cambiado enormemente en los últimos cinco o seis años, y creo que seguirá en esa dirección, siendo más sofisticado y diverso sin perder su espíritu auténtico. La isla, en general, se está orientando un poco más hacia el turismo de lujo y de alto nivel, pero sigue conectada con el público joven, las familias y el turismo cultural y deportivo. Esa mezcla es la que mantiene a Ibiza equilibrada y con un sector turístico vibrante año tras año.
—O Beach es ya una marca internacional. ¿Qué planes de expansión tenéis actualmente fuera de Ibiza?
—Tenemos desarrollos muy emocionantes en marcha y varios proyectos de expansión avanzando rápidamente, aunque no puedo revelar demasiado por el momento. Tras el éxito de Dubái, hemos comprobado que nuestra marca tiene un gran potencial internacional, y ahora damos un paso más con el anuncio de varias fechas de O Beach On Tour en Tailandia este próximo mes de enero. Es un paso importante para conectar a nuestra comunidad con la experiencia O Beach en nuevos destinos alrededor del mundo.
—Además de O Beach, gestionáis proyectos como Wi-Ki-Woo o The Skinny Kitchen. ¿Cómo encajan dentro de vuestra visión empresarial global?
—Hemos construido una cartera muy diversa, que va desde beach clubs familiares y restaurantes hasta una agencia de conserjería y proyectos inmobiliarios. Nos gusta desafiarnos con nuevos conceptos que se complementan entre sí, manteniendo siempre nuestra esencia: ofrecer calidad, creatividad y diversión.
—¿Cómo está afectando al grupo el cambio generacional en el turismo?
—Nuestro objetivo es seguir siendo dinámicos y adaptables a las nuevas tendencias de viaje. Estamos viendo estancias más cortas pero más frecuentes, y los turistas planifican sus itinerarios de forma más ajustada que antes. Es algo que tenemos muy presente. Nuestros locales principales no se han visto demasiado afectados, aunque algunos de nuestros bares sí lo notan más, ya que los visitantes tienden a organizar sus días en torno a experiencias concretas y tienen menos tiempo libre espontáneo. La flexibilidad y la innovación son clave para seguir siendo relevantes en este nuevo panorama.