Dentro de la iniciativa Ingenion, Alexander Villa (Bilbao, 1984) explicará a emprendedores de Ibiza cómo introducir la Inteligencia Artificial en sus negocios y sacar provecho de ello. Su taller tendrá lugar el 4 de noviembre de 17 a 18.30 horas en el Teatro España y ya hay más de 70 inscritos. El docente y experto afirma que en esta sesión práctica descubrirán cómo la IA puede convertirse en una aliada clave para las empresas. Para ello, analizarán ejemplos concretos y realizarán ejercicios prácticos con herramientas reales. Villa es licenciado en Administración y Dirección de Empresas, emprendedor y profesor con amplia experiencia en formación práctica para jóvenes y adultos.
—En su taller se centrará en cómo la IA puede ayudar a mejorar los resultados de una empresa.
—Principalmente, hablaré de cómo la Inteligencia Artificial puede ayudar en el emprendimiento puesto que el taller está incluido en Ingenion. Será muy práctico ya que estudiaremos casos concretos y cómo un emprendedor puede aprovechar mejor esa IA en sus tareas diarias.
—¿Hay algún caso determinado que vaya a comentar?
—Soy también docente en la Cámara de Comercio para el emprendimiento y tengo contacto directo con emprendedores y empresas. Así, veo que el gran problema es que la mayoría de emprendedores fracasa en el tema económico y en controlar sus gastos. Me centraré mucho en el tema financiero, en la gestión contable de una empresa porque creo que se puede ayudar, pero la gente no lo tiene en cuenta.
—¿Cómo puede ayudar la IA en este aspecto concreto?
—Puede orientar a los empresarios ofreciéndoles una buena guía ya que puede indicar dónde tienen excesivos gastos. Además, incluso puede analizar las cuentas haciendo el trabajo de un asesor o gestor y, a partir de unos datos, dar unos patrones e indicar qué partidas son las más importantes o dónde deben reducir el gasto. Eso puede ayudar en un nivel básico.
—Se asegura que con la IA se pueden automatizar tareas, ¿pero no existe el riesgo de pasarse y que una empresa pierda lo que un trabajador puede aportar?
—Sí. La Inteligencia Artificial es una nueva revolución industrial o tecnológica. En la industrial, se pasó del trabajo artesanal al que realizaban unas máquinas y también debía haber ese temor. La IA es una revolución en un segmento de trabajo que todavía no se había tocado porque hasta ahora teníamos máquinas para hacer trabajos manuales y ahora se pasa ya al pensamiento humano. No podemos saber cómo lo hará. Además, aunque se llame así, no es algo inteligente puesto que son aplicaciones informáticas que se basan en una información previa que han tenido que introducir unas personas. Debemos ser conscientes de que, al analizar textos o conclusiones, todavía mete gazapos y falla y nos puede llevar a interpretaciones erróneas si no se está seguro de la información introducida. Si estamos con temas jurídicos y en vez de basarse en leyes españolas lo hace en leyes mexicanas, inducirá a error y puede ser que al final se pierda la esencia de lo artesanal, del pensamiento humano.
—¿El empresariado ibicenco está ya preparado para aplicar en sus negocios la IA?
—Creo que por el tejido empresarial de la isla, con muchas pymes y empresas con pocos trabajadores, nos cuesta aún adoptar las nuevas tecnologías y vamos con bastante retraso. No sólo en Ibiza, también en el resto del país. Parece que vivimos todo el día conectados al móvil y después te das cuenta de que la gente sigue haciendo las cuentas a mano y que en la contabilidad se imprimen todavía multitud de papeles. Existe la tecnología, pero no la optimizamos.
—Es posible que aún exista ese pensamiento de que la IA va a quitar trabajos.
—Todo el mundo tiene ese pensamiento, pero como en cualquier otra revolución, es una herramienta que hay que saber usar, más en el mercado laboral actual, donde hay que ser polivalentes e ir cambiando y formándose, porque es muy importante. Surgirán además nuevas profesiones, igual que cuando llegaron las redes sociales y muchos comerciales se tuvieron que convertir en ‘managers tecnológicos’, aunque vinieran de una atención directa al cliente. Será una transformación y generará nuevos trabajos porque habrá nuevas necesidades.
—¿Qué mensaje lanzaría a quien todavía esté dudando sobre si apuntarse a su taller?
—Le diría que venga porque no va a ser un taller teórico, sino práctico y se analizarán casos, viendo cómo introducir la información en las herramientas de la IA para que nos devuelva el resultado que queremos. Hay que subirse al barco de las revoluciones para no quedarse atrás. Les animo a venir y a descubrirlo.
Fa anys que l’únic que volia era que algú m’ajudés a entendre per què les persones reals cada vegada són menys naturals. Ara resulta que la solució és parlar amb màquines. I tots contents, perquè treballen més barat, no s’emmalalteixen i no es queixen. Jo, que vaig passar mitja vida lluitant per tenir veu, ara veig com la humanitat aplaudeix la seva pròpia substitució. això és el progrés: desaparèixer amb elegància, deixant un algoritme que et recordi.