La Mesa de Diálogo del Agua de Ibiza se reunió el pasado martes, 4 de noviembre, convocada por la Alianza por el Agua. El encuentro tuvo como objetivo principal abordar y consensuar soluciones urgentes ante la prolongada sequía que afecta a la isla y la amenaza latente de futuras inundaciones, similares a las experimentadas en épocas recientes. La jornada, celebrada en la sede de la Alianza, congregó a más de 34 delegados de diversas organizaciones, incluyendo asociaciones ecologistas, representantes de los sectores primario, empresarial y turístico, así como compañías dedicadas a la gestión hídrica y autoridades municipales. Destacó la presencia de Joan Calafat, director general de Recursos Hídricos, y Emeterio Moles, gerente de la Agencia Balear del Agua, en representación del Govern de les Illes Balears.
A lo largo del debate, las organizaciones presentes reiteraron su solicitud a las administraciones pertinentes para que agilicen las medidas de control sobre los grandes consumidores de agua. Asimismo, instaron a optimizar la utilización de agua desalada durante los meses de invierno y a impulsar iniciativas piloto destinadas a completar el ciclo del agua. Esto implicaría el aprovechamiento de agua depurada para fines agrícolas, la limpieza viaria o la crucial recarga de acuíferos. Se hizo hincapié, además, en la urgencia de intensificar los esfuerzos para minimizar las fugas en la red municipal de suministro, un factor que contribuye a la sobreexplotación de los recursos hídricos subterráneos y pone en riesgo la disponibilidad de agua durante el verano, periodo de máxima demanda.
Un punto de fricción en la discusión fue la propuesta de construir una cuarta desaladora en Ibiza. Mientras que los representantes de las administraciones defendieron la utilidad de esta nueva infraestructura para satisfacer las exigencias hídricas actuales, una parte significativa de las entidades manifestó su desacuerdo. Su principal preocupación radica en que la implementación de una nueva planta podría fomentar un mayor desarrollo urbanístico. En esta línea, las organizaciones conservacionistas argumentaron que, antes de considerar una nueva desaladora, resulta imperativo establecer restricciones a la masificación turística y al crecimiento urbanístico. El objetivo sería mitigar la presión sobre los acuíferos, asegurar el abastecimiento de agua durante el verano y aliviar la crítica situación que enfrentan las depuradoras cada temporada estival.
Respecto a la prevención de futuras inundaciones, se puso de manifiesto la viabilidad de implementar soluciones basadas en la naturaleza. Entre las opciones mencionadas se encuentran la rehabilitación de Ses Feixes des Prat de Vila, la renaturalización de cauces de torrentes y otras estrategias agroforestales. Estas medidas buscan facilitar la absorción e infiltración del agua en episodios de precipitaciones intensas, minimizando así el impacto en las áreas urbanas.
Por su parte, los portavoces de las administraciones autonómica, insular y local hicieron un llamamiento a la calma, detallando las soluciones que se encuentran en fase de implementación o son inminentes. Entre ellas, mencionaron el sistema de telecontrol de pozos, la activación de plantas de regeneración en tres depuradoras de la isla y la expansión de la desaladora de Santa Eulària. Asimismo, subrayaron que los ayuntamientos ya priorizan el consumo de agua desalada y persisten en sus esfuerzos por disminuir las fugas en las redes de abastecimiento. Como ilustración, el concejal de agua del municipio de Ibiza explicó que la reciente concesión del servicio municipal permitirá la renovación de las infraestructuras de red y una mejora significativa en la prestación del servicio.
La Mesa de Diálogo del Agua, establecida hace nueve años a raíz de la sequía de 2016, se concibe como un foro participativo. Su propósito fundamental es analizar los desafíos y las prioridades en la gestión hídrica, además de fomentar un diálogo constructivo entre las principales organizaciones públicas, privadas y sociales de Ibiza. En esta edición, la representación fue amplia y diversa.
Del ámbito conservacionista, participaron Amics de la Terra, Institut d’Estudis Eivissencs, GEN-GOB, Salvem Sa Badia y Casita Verde. El sector primario y agrícola estuvo representado por las cooperativas agrícolas de Sant Antoni y Agroeivissa, la Asociación Rafal Trobat, la Asociación de propietarios forestales, la Asociación de productores de agricultura ecológica de Ibiza y Formentera, y vecinos de Santa Gertrudis. En el sector económico, se dieron cita delegados de la federación hotelera de Ibiza y Formentera, la asociación de captadores de agua de Ibiza, AQUALIA, FACSA y la asociación de piscinas naturalizadas. La administración local contó con la presencia del Conseller Insular de Medi Ambient del Consell d’Eivissa y los concejales de medio ambiente y obras de Eivissa, Sant Josep, Sant Antoni y Sant Joan. Finalmente, la reunión también congregó a los máximos responsables en materia de agua del Govern de les Illes Balears.
EbusususAveriguarlo sería bastante difícil entre buscar subvenciones dadas por cada administración cada año, ayudas dadas por empresas privadas que se dedican a facturar la mayoría de sus servicios al sector público y los "servicios" o "cursos" que prestan cada uno de ellos a cada administración pública.