Mientras Europa vuelve a enfrentarse a un repunte de la gripe aviar, el veterinario del Consell d’Eivissa, Joan Riera, analiza la situación en la isla y explica las claves de una enfermedad que afecta principalmente a las aves, pero que ha obligado a activar medidas de prevención en todo el país. «Ahora las aves están en plena migración y todo vendrá para el sur: las aves y la enfermedad. Sabemos cuándo ha empezado, pero no sabemos cuánto va a durar», advierte.
Las medidas preventivas anunciadas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, publicadas inicialmente el 5 de noviembre, establecen restricciones obligatorias a partir de este lunes día 10 en las zonas de especial vigilancia, aquellas donde existen humedales o puntos de paso de aves migratorias. En las Pitiusas, estas zonas son Ses Feixes y Ses Salines, por lo que las medidas afectan a los municipios de Eivissa, Santa Eulària, Sant Josep y Formentera, quedando fuera Sant Antoni y Sant Joan. A estas medidas se añadió este jueves la publicación en el BOE de una nueva orden estatal que amplía el confinamiento obligatorio de todas las aves de corral al aire libre en España, y el BOIB emitió una resolución reforzando la vigilancia en todos los municipios del archipiélago. «Este mismo viernes nos dedicamos a llamar a las explotaciones productivas afectadas, las que se encuentran dentro de las zonas de especial vigilancia que son los municipios en los que hay zonas húmedas», explica Riera en declaraciones a Periódico de Ibiza y Formentera.
El virus
El documento del Ministerio confirma que entre el 1 de julio y el 5 de noviembre de 2025 se notificaron 139 focos de influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP) en aves de corral y 708 en aves silvestres en la Unión Europea. Alemania encabeza ambos recuentos con más de 300 casos en fauna salvaje y 59 en aves domésticas, seguida de Francia, los Países Bajos y Polonia. España ocupa el cuarto lugar en número de focos en aves de corral y el tercero en aves silvestres, con 14 y 68 brotes respectivamente. Este incremento llevó al Gobierno a elevar el nivel de riesgo nacional y activar la Orden APA/2442/2006, que regula la prevención en zonas sensibles. El motivo es claro: la bajada de temperaturas favorece la supervivencia del virus y su diseminación a través de las aves migratorias.
Medidas de bioseguridad
Las nuevas normas son estrictas y buscan reducir al mínimo el contacto entre aves domésticas y silvestres. Se prohíbe la cría de aves de corral al aire libre, salvo si los corrales están vallados y cubiertos con mallas que impidan la entrada de pájaros. También queda prohibido el uso de patos y gansos como señuelos, la cría conjunta de especies distintas y el uso de agua procedente de depósitos accesibles a aves salvajes. Además, se suspenden ferias, muestras o concentraciones de aves al aire libre.
La orden publicada este pasado jueves en el BOE refuerza esta línea y establece explícitamente el confinamiento obligatorio para todas las aves de corral al aire libre en todo el territorio estatal, incluidas las explotaciones ecológicas y de autoconsumo. Por su parte, el BOIB publicó una resolución que establece la prohibición de la cría al aire libre y la suspensión de concentraciones únicamente en los municipios de especial riesgo y de especial vigilancia —entre ellos Eivissa, Sant Josep, Santa Eulària y Formentera—, manteniendo en el resto del territorio la posibilidad de autorizar actividades si cumplen medidas preventivas.
«Ahora las aves están en plena migración y todo vendrá para el sur: las aves y la enfermedad. Sabemos cuándo ha empezado, pero no sabemos cuánto va a durar»
Riera aclara que las medidas «afectan sobre todo a las granjas dedicadas a la producción de huevos, porque son las que dejan salir a las gallinas. Las de carne están en naves protegidas». Y añade que en Ibiza «las explotaciones productivas son mucho menores que en la península, entre 50 la más pequeña y 2.000 la más grande».
Pese a la alarma mediática que ha generado el sacrificio de miles de gallinas en algunas regiones europeas, el veterinario pide contextualizar: «Las imágenes son muy escandalosas, pero eso solo sucede en explotaciones con miles de gallinas. En Ibiza, por suerte, no tenemos macrogranjas».
Vigilancia y protocolos
En Ibiza, no se ha detectado ningún caso, pero el Consell mantiene un sistema de vigilancia activo. «Si se diera una alta mortandad repentina en alguna granja, iríamos enseguida a tomar muestras. En caso de dar positivo en gripe aviar habría que activar el protocolo», explica.
El control sobre las aves silvestres se basa en el análisis de ejemplares encontrados muertos: «Por eso es muy importante no tocarlas y llamar al 112 en caso de encontrarse un ave muerta». Los patos son especialmente vulnerables al virus, mientras que palomas y torcaces apenas se ven afectadas. En relación con los patos del parque de la Paz, Riera reconoce que «al estar al aire libre y en un municipio que tiene humedal corren cierto peligro», aunque puntualiza que «el parque se encuentra en un núcleo urbano y es menos habitual la presencia de aves migratorias».
‘Efecto isla’
Ante la pregunta de si la insularidad podría servir de barrera, el veterinario lo descarta: «El ‘efecto isla’ no funciona con el virus». Sin embargo, la dimensión reducida de Ibiza y el registro exhaustivo de explotaciones facilitan la gestión en caso de brote. «Sólo durante este año se han registrado unas 200 nuevas explotaciones de autoconsumo, todas sujetas a las mismas normas del Ministerio. Tener a los animales registrados es fundamental», añade.
Consumo seguro de huevos
Riera lanza un mensaje de tranquilidad: «El virus no afecta a la aptitud para el consumo humano del huevo, afecta a la producción por la alta mortalidad». Advierte sobre los riesgos de consumir huevos de granjas no reguladas, donde «la salmonela, que es una bacteria, es muy habitual».
En cuanto a la peligrosidad para las personas, el veterinario recalca que el salto del virus a humanos requiere condiciones muy particulares: «Ocurrieron unos casos en China, con personas en contacto continuo con miles de gallinas. Es algo muy complicado, aunque si se diera el salto interespecie es muy peligroso».
Los virus de alta patogenicidad pueden acabar con un corral en cuestión de horas: «En dos días acaban con buena parte del corral», explica Riera. Por eso insiste en la necesidad de mantener la alerta sin generar pánico: «La vigilancia y la prevención son la mejor vacuna».
En un contexto en el que la gripe aviar se expande por Europa, Ibiza observa el cielo con atención. La isla, rodeada de mar pero conectada por las rutas de las aves, confía en que su tamaño manejable, la cooperación de los ganaderos y la actuación rápida de los servicios veterinarios mantengan el virus fuera de sus corrales.
Con mascarillas y aplaudiendo a las 8 arreglao