Las familias del CEIP Can Misses han iniciado una movilización conjunta para reclamar la reanudación inmediata de las obras del nuevo gimnasio del centro, paralizadas desde hace meses y cuya situación ha reducido significativamente el espacio de patio disponible para el alumnado. En menos de 24 horas, la campaña ha logrado más de 160 firmas, y las familias prevén seguir recogiendo apoyos hasta el próximo lunes, cuando registrarán oficialmente las hojas de firmas ante la Dirección Territorial de Educación de Ibiza y Formentera. Las obras del gimnasio comenzaron el pasado mes de febrero y fueron recibidas con entusiasmo por parte de la comunidad educativa, que llevaba años reclamando un espacio cubierto para las actividades físicas. Sin embargo, los trabajos quedaron paralizados durante el verano, dejando en el patio del colegio una zona vallada y ocupada por materiales de obra, escombros y estructuras a medio levantar, según ha destacado este jueves Itziar Zameza, una de las portavoces. Esta situación, ha señalado, ha reducido el patio prácticamente a la mitad, generando importantes complicaciones en el día a día del centro y en el bienestar del alumnado.
La iniciativa de protesta surgió de un grupo de familias preocupadas por la falta de avances y la ausencia de información clara por parte de las administraciones. «Cada día perdido afecta al bienestar del alumnado, su convivencia y su derecho a jugar y aprender en un entorno adecuado», afirman los promotores de la campaña, que insisten en que su petición «es firme y sencilla: que el gimnasio se termine y que el patio se habilite íntegramente». Las familias aseguran que no buscan generar confrontación, sino «soluciones reales». Consideran que la situación es insostenible, tanto por la falta de espacio como por el riesgo que supone tener una obra detenida durante meses en un entorno escolar. Aunque la zona está debidamente vallada, la parte visible desde el exterior presenta hierros, estructuras metálicas y montones de materiales acumulados desde verano.
Protesta
Para visibilizar el problema, las familias han organizado una concentración y lectura pública de un manifiesto este viernes 21 de noviembre a las 14.05 horas. El acto se celebrará en la calle peatonal frente a las obras del futuro gimnasio y contará con la presencia de la Asociación de Familias del Alumnado (AFA), el equipo directivo y el claustro del centro, que han expresado su apoyo total a la iniciativa. La intención, subrayaron, es mantener una línea de movilización creciente si la situación no se desbloquea. El manifiesto fue registrado este miércoles en la Conselleria de Educación y el lunes se trasladarán las firmas recopiladas hasta esa fecha. Posteriormente, toda la documentación se presentará también en el Ayuntamiento de Vila.
Según explican las familias, la paralización responde a «temas de presupuestos, de legalidades y de entendimiento entre la empresa adjudicataria y el IBISEC, el Instituto Balear de Infraestructuras y Servicios Educativos y Culturales. En esta línea, Zameza ha agregado que la obra del gimnasio ocupa una parte importante del patio, y a ello se sumaron en septiembre los daños causados por la Dana, que afectaron a otra zona del recinto. Aunque la Dirección Territorial de Educación reparó esos desperfectos con rapidez, el colegio llegó a quedarse durante varios días con menos de la mitad del espacio disponible para el recreo de los alumnos.
Las familias también han destacado que el director territorial de Educación de Ibiza y Formentera, Juan Álvarez, comprende la gravedad de la situación y se comprometió a ofrecer explicaciones detalladas en una reunión presencial prevista para los próximos días. «El director territorial ha mostrado empatía y apoyo, aunque la decisión de retomar la obra no depende directamente de él, sino del organismo autonómico responsable y de la empresa adjudicataria», han explicado, asegurando que la movilización continuará hasta que haya respuestas claras. «Nos interesa más saber qué va a pasar y qué soluciones se van a aplicar que buscar culpables», han expresado, resaltando que los alumnos merecen un colegio completo, funcional y digno. Por su parte, desde la Conselleria de Educación han confirmado a Periódico de Ibiza y Formentera que esta paralización está motivada por problemas con la constructora, sin embargo, se mostraron positivos al adelantar que están solventando estas cuestiones con el objetivo de reanudar estas obras en 15 días.
Todo es quejarse, quejarse y quejarse. Estamos en España, no en Suiza. Aquí de toda la vida han habido problemas y carencias en los centros educativos. En mi época era porque la calefacción no funcionaba, por goteras y por falta de material en general. En la época de mi hija porque los aseos se atascaban y desbordaban y por instalaciones anticuadas. Estamos en España señores, no hay centro que no tenga problemas y carencias. Quién quiera colegios perfectos que emigre a Suiza o Noruega.