15 de junio de 2022. Una joven escocesa entra en un estudio de tatuajes de Platja d’en Bossa con la intención de tatuarse una mariposa en la cadera. Antes que ella lo hace su amiga sin ningún problema. Pero, en su caso, y según la denuncia que presentó ya de vuelta a Escocia, la cosa cambió: el tatuador, E.J.M.O., presuntamente intentó agredirla sexualmente. La Fiscalía pide para el hombre una pena de seis años de cárcel. El juicio se celebró a principios de este mes en Palma.
El acusado, que permanece en libertad, ya había tenido su minuto de gloria años atrás. Su exmujer había abandonado Ibiza con su hijo, menor de edad, sin destino conocido, lo que llevó a E.J.M.O. a presentar una denuncia por presunto secuestro parental que fue ampliamente recogida por los medios.
Los hechos sucedieron en 2015. En marzo de aquel año, la pareja se había separado. Y lo que no se supo entonces es que, antes de fugarse, M.P.V.V. había denunciado a su exmarido por presuntos abusos sexuales contra el niño, que entonces tenía solo tres años.
A pesar de que los informes aportados por la madre indicaban que existían indicios de estos supuestos abusos, el juzgado número 2 de Ibiza archivó la causa en 48 horas. En el recurso de reforma, la entonces abogada de M.P.V.V. exponía el pasado del padre del menor, que ya había sido denunciado en 2006 y 2008 por dos mujeres diferente por supuestos abusos sexuales en Ibiza. Pedía, ademas, una evaluación psiquiátrica del tatuador. En el mismo recurso, la abogada exponía que el niño había pasado de querer estar con el padre a no aceptarlo. Un rechazo «coetáneo a la aparición de lo indicios de abusos». Y denunciaba, entre otras cuestiones, «la conducta sexualizada del menor», de la que había constancia en grabaciones aportadas por la madre y que «no tiene una explicación lógica propia de la mera autoexploración de un menor de tan corta edad ni cabe, respecto de la misma, ninguna explicación sino el hecho de que el propio menor haya sufrido algún tipo de abuso pues aún no ha estado expuesto al no haber sido escolarizado hasta el mes de septiembre».
En uno de los informes aportados por la madre. emitido por un centro de psicoterapia y desarrollo infantil de la isla y al que ha tenido acceso Periódico de Ibiza y Formentera, la psicóloga señala que «en relación a las conductas hipersexualizadas que ha manifestado la madre en los últimos 15 días, hay que destacar que tanto el vídeo (…) como las referidas por la madre en cuanto a caricias en genitales y región anal, concuerdan como probable indicador de abuso sexual, estando acompañado por indicadores inespecíficos que en el caso del menor son difíciles de valorar ya que el niño muestra un nivel madurativo inadecuado para su edad». No obstante, la profesional también añadía que «a pesar de estos indicadores», no podía «determinar ni confirmar» que el niño hubiera sido víctima de supuestos abusos sexuales por parte del padre.
M.P.V.V. está ahora dispuesta a entregarse a la Justicia. Así lo ha anunciado su abogado, Diego Herchhoren, quien ha explicado que este miércoles presentará el escrito ante el juzgado. El retorno de la madre está, eso sí, condicionado «al levantamiento de la orden de busca y captura internacional y, a tenor de los antecedentes del padre, solicitado al juzgado que garantice el secreto de la residencia del menor».
Herchhoren ha recordado que él se hizo responsable de la defensa de M.P.V.V. en 2022, «a efectos de acreditar los motivos que la llevaron a sus salida de España, invocando expresamente el apartado b del artículo 13 del Convenio sobre aspectos civiles de la sustracción internacional de menores, hecho en La Haya el 25 de octubre de 1980, en el que proscribe la posibilidad de restitución en caso de que la misma implique exponer al menor a situación de riesgo».
«Lamentablemente», ha añadido el abogado en un comunicado, «el juzgado de Instrucción de Ibiza número 2 ha omitido cualquier análisis de estos graves hechos y ha confirmado el mantenimiento de la orden de busca y captura internacional» de la madre, «hecho que está pendiente de resolución ahora por la Audiencia Provincial de Palma».
«Desgraciadamente para las víctimas», ha concluido Diego Herchhoren, «el tiempo ha terminado por dar la razón a mi patrocinada y el patrón de abusador sexual de E.J.M.O. se ha reproducido en numerosas víctimas, algunas de ellas menores de edad, según han indicado fuentes policiales a los medios de comunicación que cubrieron la noticia».
Si el presunto agresor fuera español veríamos su cara en todas partes.