La directora insular de la Administración del Estado, Raquel Guasch, defendió este sábado que el consenso logrado hace años a la hora de redactar la Constitución española debe servir ahora para seguir avanzando en la mejora de la convivencia y afrontar los retos actuales. Para ello, abogó por alcanzar un pacto de Estado e impulsar con él políticas «decisivas» que permitan poner al alcance de la sociedad condiciones que, entre otras cosas, posibiliten acceder a una vivienda digna.
Guasch defendió la implicación de los servidores públicos para evitar que la especulación inmobiliaria expulse a ciudadanos de sus barrios, reconociendo que existe «una urgencia social» que no puede eludirse.
Además, puso en valor «la España de lo público» como «antídoto perfecto contra la ola privatizadora que pretende convertir los servicios a la ciudadanía en un negocio en vez de un derecho».
La directora insular cargó contra «los altavoces interesados» que pueden bloquear la defensa de los pilares de la convivencia y pidió desterrar a quienes repiten el discurso del odio contra el inmigrante o a quienes aseguran que no existe la violencia hacia la mujer.
Durante el acto celebrado en la Sala Capitular del Ayuntamiento de Ibiza, Guasch recordó cómo hace 50 años, con el fin de la dictadura, se inició un cambio de paradigma que dejó atrás «años feroces» y décadas de «brutal represión». Dejando de lado diferencias ideológicas, en aquel momento fueron capaces de alcanzar «un gran consenso destinado a perdura».
Aquel pacto, según señaló la directora insular, permitió al país avanzar y obtener unos derechos que todavía hoy se mantienen.
El presidente del Consell d´Eivissa, Vicent Marí, quiso poner en valor la importancia de la efeméride puesto que sirve para recordar lo que significa para toda la sociedad tener este importante marco legal. «La Constitución no es sólo un texto jurídico, es también un pacto social de valores», declaró durante su discurso institucional.
Marí se refirió a dos artículos concretos de la Carta Magna. Uno de ellos, el número 20, que habla del derecho a la libertad de expresión. En este sentido, consideró que, en esta época de globalización, la sociedad no está más informada que antes y aseguró que existen medios que actúan como «fábricas de polarización», nada más lejos de lo que defiende la Constitución que celebramos.
El presidente reconoció las «tensiones» que últimamente han surgido debido a cuestiones como la presión migratoria, el coste de la vida o la falta de vivienda. Por ello, defendió la importancia de la Mesa Insular de Diálogo Social, «que hace real el espíritu constitucional».
En relación a la Carta Magna, afirmó que «lo que no recoge es esta tentación de romper esta superficie compartida sobre la que se mantiene esta diversidad y, en momentos de polarización, conviene recordar que la democracia se construye entre todos».
Para Marí, la Constitución sigue siendo una herramienta «viva y presente», por lo que es necesario defenderla.
Como alcalde anfitrión del acto conmemorativo, el primer edil de Vila, Rafa Triguero, manifestó que el Día de la Constitución es «la celebración de la convivencia, la solidaridad y la responsabilidad», y recuerda que, «cuando todos trabajamos juntos, podemos asegurar que los derechos se puedan cumplir, que la sociedad sea justa y que todos tengan oportunidades reales para crecer y contribuir».
«La Constitución no es sólo un conjunto de normas, es un compromiso con los derechos humanos», manifestó.
Triguero destacó que, además, la Carta Magna muestra que «todos tenemos el mismo valor y que la Justicia depende de la implicación de cada uno de nosotros».
El dúo Bis a Bis puso la nota musical a un acto en el que también participaron representantes de la sociedad local que leyeron varios artículos y el preámbulo de la Carta Magna. María Luisa Cava de Llano o Pedro Campillo fueron algunas de las personas encargadas de esta lectura.
luisaBien visto Luisa. De derechos hablan todos, de deberes, nadie, o casi nadie. Vivir en una sociedad y aprovechar de muchos derechos y no aportar nada o poco en la mentalidad actual. Todos estos textos voluminosos básicamente nos sobran. Con los 10 mandamientos nos bastaría perfectamente. Prometen mucho que jamás pueden cumplir Y lo saben. El pueblo manda, ridiculo. En serio, para el ciudadano, el derecho de su libre expresión, lo tiene y ¿ que le vale ? Puede gritar y pedir y demostrase todo los días. No cambia nada. En Palma, Madrid y Bruselas deciden para él y hacen lo que les da las ganas. ¿ Y la vivienda digna garantizada ? Un a promesa absurda, no hay nadie que no lo sabe, que es imposible cumplir esta promesa. Ni es España ni en Estados Unidos o Alemania. ¿ Y los libres sindicatos ? Para engordar una casta de parasitos. Ejemplos. O sea, mentiras desde la primera página.