La huelga médica nacional en protesta por el nuevo Estatuto Marco de Sanidad tuvo un elevado seguimiento en Ibiza, especialmente entre los médicos residentes de la isla. Así lo destacó este viernes durante la protesta Jorge Gracia, representante de este colectivo en el sindicato. Este médico de tercer año de Medicina Familiar destacó que los residentes de Ibiza se han volcado totalmente con la huelga.
«Estoy orgulloso porque en otras ocasiones no éramos tantos. Hay mucha representación y eso nos anima a seguir», señaló. Según sus estimaciones, el seguimiento entre residentes ronda el 70 %, una cifra significativamente superior a la de convocatorias anteriores. También recordó que el comité de huelga se reunió este jueves con la ministra, aunque no se llegó a un entendimiento. «La próxima cita prevista es para el día 17 de diciembre. Hasta que no salgan los objetivos adelante, seguiremos peleando», aseguró, quien destacó que la movilización se mantendrá «firme» a la espera de avances reales en la negociación con el Ministerio. Las reivindicaciones del colectivo, señaló, se centran en la mejora de las condiciones laborales, especialmente en relación con las guardias, los descansos obligatorios y la carga asistencial.
Atención Primaria
Aunque muchos de los cambios reclamados – como la compatibilidad entre actividad pública y privada – no afectan a los residentes, este colectivo expresó su solidaridad con el resto de profesionales. También subrayó que las demandas no buscan beneficios personales, sino mejoras que repercutan directamente en la atención sanitaria. «Ojalá logremos nuestro propósito, no por nosotros, sino por el futuro del paciente. No es lo mismo un médico que llega descansado que uno que lleva 17 horas trabajando sin parar», explicó el representante. En cuanto al seguimiento en Atención Primaria, reconoció que ha sido menor debido a las dificultades que enfrentan estos profesionales para secundar paros sin que la carga asistencial se dispare. «Muchos médicos optan por no hacer huelga porque al día siguiente tendrían el doble de pacientes. Y no quieren que se acumulen las listas de espera ni perjudicar al paciente», señaló.
Por su parte, el médico adjunto del Servicio de Traumatología de Can Misses, Alberto Torres, también mostró su apoyo a las reivindicaciones, resaltando que el colectivo no busca obtener ventajas extraordinarias, sino recuperar y garantizar unas condiciones que consideran básicas. «No estamos pidiendo de más. Partimos de lo que creemos que es justo y no podemos retroceder», sostuvo. Apuntó que la postura de los profesionales se mantiene firme porque el conflicto ha reabierto un debate que lleva más de dos décadas pendiente. «Este Estatuto es de 2003. No es culpa de quienes están ahora, muchos gobiernos han podido cambiarlo y no lo han hecho, pero ya que se ha abierto la caja de Pandora, es el momento de reivindicar algo que es justo para nosotros y, no lo olvidemos, para los pacientes», remarcó. Respecto al mantenimiento de la compatibilidad entre la actividad pública y la privada, este facultativo destacó que la defensa de este derecho es «justa, digna y necesaria» tanto para los profesionales como para la calidad asistencial.
Subrayó que la propuesta de limitar la compatibilidad no debería afectar a quienes cumplen con sus obligaciones en el hospital. Agregó que algunos profesionales consideran que la compatibilidad puede propiciar abusos, pero él defendió que la solución no pasa por eliminar este derecho. «Si hay alguien que se aprovecha, lo que hay que hacer es sancionarlo, no castigar a todo el mundo por casos aislados. No vamos a prohibir los coches porque algunos conduzcan a más de 120», comparó.