La falta de mentalización de los conductores, la ausencia de una planificación, las distracciones, la fatiga y el frecuente consumo de alcohol en los lugares de destino se configuran como las principales claves del aumento de la siniestralidad en las carreteras durante la Semana Santa, sin que haya que olvidar la influencia del aumento de la circulación de vehículos o la huelga de pilotos de Iberia, según señaló Luis Montoro, catedrático de Seguridad Vial de la Universidad de Valencia.
Para este experto, ante «repuntes situacionales» de la siniestralidad como el registrado este año es necesario buscar también explicaciones «situacionales o de carácter sociológico», que pueden partir de la situación climatológica, el aumento en el número de desplazamientos, el nivel de ocupación de los vehículos o el número de viajes que se hacen dentro del destino vacacional.
No obstante, al final todo confluye en un conductor que no tiene el nivel de mentalización y planificación que adopta, por ejemplo, ante las vacaciones de verano, y que quiere aprovechar el escaso tiempo libre al máximo y con una precipitación que no existe en otras situaciones.