P. T.
La confusión acerca del uso de una vivienda marcó el desarrollo del
juicio por tráfico de drogas seguido ayer en la Audiencia contra un
matrimonio residente en sa Penya al que se le imputa la propiedad
de 15 papelinas de heroína y otras nueve de cocaína. Mientras los
acusados afirmaban residir en el número 16 de la calle Ample, la
policía registró el 18 y el 20. La confusión aumentó al declarar
los agentes que dicho matrimonio están domiciliados en el DNI en el
número 20. El caso se complicó al confirmarse la existencia de un
pequeño boquete en la pared que comunicaba estos dos domicilios ,
oculto tras un mueble. A ambos se les acusó de traficar con heroína
y cocaína, sustancias que fueron halladas en el número 20 de dicha
calle. A la detención de ambos se unió en su día la de J.G.V., un
conocido toxicómano que afirmó residir en dicho inmueble y que fue
puesto posteriormente en libertad. El fiscal pidió una pena de tres
años y medio de prisión para el matrimonio, mientras la defensa
consideró probada la venta de drogas por parte de la mujer, aunque
solicitó la absolución del marido por desconocer las existencia de
la droga.
Una pareja de sa Penya juzgada por tráfico alega que la droga no estaba en su casa
La policía halló papelinas en un agujero que unía dos viviendas