Un grupo de la Unidad de Intervención Policía cubrió el dispositivo de seguridad externa de los invitados la hija de Abel Matutes en la ciudad de Eivissa y sus alrededores. La Guardia Civil, a su vez, se encargó con otra unidad en las mismas misiones de las tareas de vigilancia en los actos que se celebraron en Sant Antoni, lugar donde tuvo lugar el convite. En total, más de un centenar de agentes fueron destinados exclusivamente a las tareas de control que se montaron con motivo de la llegada a la isla de las distintas personalidades políticas.
Estas unidades también contaron con el apoyo propio de las policías locales y con las unidades con las que ya cuentan las Fuerzas de Seguridad en sus destacamentos.
A ello hay que sumar también los servicios de seguridad «privados» del presidente del Gobierno, José María Aznar, y sus homónimos en el Congreso y en el Senado, Federico Trillo y Esperanza Aguirre, respectivamente, así como el séquito policial que llevaba cada uno de los ministros y el resto de altas personalidades que durante el fin de semana se congregaron en diferentes puntos de Eivissa.
El dispositivo policial se completó con las dotaciones de los helicópteros del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil que durante todo el fin de semana sobrevolaron la isla. Las Fuerzas de Seguridad del Estado también movilizaron unidades de perros guías para reforzar el servicio. El Servicio Marítimo de la Guardia Civil, por su parte, veló por los invitados de Matutes que navegaron con él en su yate durante el domingo.
Los escoltas de las altas personalidades establecieron durante las 24 horas del día el dispositivo interno del operativo. Cada uno de estos grupos se encargó, como hacen cada vez que hay un desplazamiento, de garantizar que no haya ningún tipo de problemas. Las Fuerzas de Seguridad del estado reforzaron este dispositivo con las distintas unidades que apoyaron los desplazamientos.