La tragedia rondó ayer tarde el puerto de Eivissa. El «Formentera Jet», un rápido de la compañía Balearia que acaba de atracar en el muelle ubicado junto al monumento a los corsarios, fue materialmente abordado sobre las ocho de la tarde cuando se terminaba de desembarcar a su pasaje, procedente de Mallorca, por el yate del príncipe del emirato árabe de Qatar.
La proa del «Constellation, un yate de lujo de grandes dimensiones con matrícula de Nassau, golpeó violentamente y de improviso al rápido por su amura de babor, la zona más reforzada. El terrible impacto hubiera sido fatal si hubiera ocurrido en el centro de la embarcación de Balearia.
Sólo quedaban una veintena de personas a bordo cuando la tripulación se dio cuenta de lo que iba a ocurrir. Los propios marineros, cuando ya habían bajado a tierra la mayor parte del centenar de pasajeros y prácticamente só quedaban los que iban a Denia, pudieron reaccionar a tiempo al ver que el yate se venía encima. En cuestión de segundos se activó el plan de emergencias. La maniobra quedó interrumpida, mientras se pedía calma y se daban rápidas instrucciones. Tras ello, y en medio de alguna escena de pánico, sobrevino la violenta colisión, seguida de otra en la que la amura de estribor golpeó al muelle. No hubo milagrosamente heridos aunque una de las pasajeras llegó a rodar por el suelo.
El «Constellation», retenido ahora en el puerto por la Capitanía Marítima, había sido visto durante varios minutos antes navegando en círculo peligrosamente dentro del puerto. Su capitán, de nacionalidad italiana, alegó que hubo un fallo en el sistema de marcha atrás y que no pudo lanzar a tiempo el ancla. El «Formentera Jet» fue reemplazado una hora y media después por el «Eivissa Jet», que cubría la línea de Formentera. Este barco recogió al pasaje que esperaba en el puerto su embarque a Denia y el que iba a este destino en el rápido siniestrado, informó el delegado de Balearia, Perfecto Cortés.