El avión de la compañía alemana Condor que anteanoche se salió de la pista de aterrizaje del aeropuerto de Eivissa había sido comprado a la Boeing hace menos de seis meses, según confirmó ayer el representante de esta compañía en la isla. En abril del año pasado, la empresa adquirió siete aparatos del modelo 757-300, que tienen una capacidad para 252 pasajeros y son unos cinco metros más largos que el modelo tradicional de 757.
Eivissa recibió por primera vez un avión de estas características el pasado 8 de abril, fecha en la que aterrizó en la isla el primer aparato comprado por Condor con el objetivo de ampliar y modernizar su flota. Entonces, cubría el trayecto Frankfurt-Eivissa-Frankfurt y el avión aterrizó, con veintinueve pasajeros a bordo, sin problema alguno. Esto mismo ha venido sucediendo desde que el 29 de abril empezó a volar con regularidad a la isla, con motivo del inicio de la programación de verano de esta compañía.
Tras el accidente ocurrido en la noche del sábado, Condor envió desde Alemania un avión para que pudiera transportar a los 250 pasajeros que tendrían que haber salido con el aparato siniestrado. La nueva aeronave llegó a las cuatro y media de la madrugada y los viajeros pudieron despegar del aeropuerto de Eivissa sobre las cinco de la mañana. Además, el avión que Condor mandó para sustituir al accidentado, traía a un equipo de técnicos con material de repuesto que durante todo el día de ayer estuvieron trabajando para descubrir qué fue lo que falló. Aunque han traído ruedas, frenos y todo tipo de herramientas y están en contacto con los especialistas de la Boeing, hoy mismo recibirán otro equipo de expertos que también participarán en las labores de reparación. Condor descartó ayer que se conozcan antes de dos semanas los motivos del accidente, aunque las primeras versiones han señalado un posible fallo en el tren de aterrizaje.