Serafín Cervilla, el novio de la joven Marina Ruiz García, cuyo cadáver fue descubierto el pasado 15 de febrero en las afueras de Cervera, ha ingresado en tras ser detenido por los Mossos d'Esquadra como presunto autor del crimen.
El cuerpo sin vida de la joven, de 23 años, presentaba un desgarro vaginal y un fuerte golpe en la cabeza que fue el que le provocó la muerte. El asesino dejó el cadáver cerca de la vía del tren para simular un accidente o un suicidio, pero los investigadores determinaron desde un primer momento que podría ser de un crimen pasional.
Los Mossos d'Esquadra interrogaron en varias ocasiones al novio de la víctima, sin encontrar ninguna prueba que pudiera involucrarle en el crimen. El joven llegó incluso a organizar una manifestación para pedir que se esclareciera el crimen.
Los Mossos d'Esquadra reconstruyeron la dentadura de un mordisco que presentaba el cadáver de la chica, que coincidiría, según fuentes de la investigación, con la dentadura del novio. La policía también hizo analizar las imágenes grabadas el día del crimen por unas cámaras de vídeovigilancia situadas a escasos metros donde apareció el cadáver, remitiendo el vídeo, en el que aparecen dos imágenes ensombrecidas, al FBI, que señala que las dos personas podrían ser Serafín Cervilla y su novia, aunque este extremo no puede afirmarse con certeza.