Un vecino de Eivissa que fue detenido el pasado mes de abril en una operación antidrogas en la que la Guardia Civil requisó casi un kilo de hachís aceptó ayer cumplir una condena de un año y nueve meses de cárcel por el delito de tráfico que se le imputaba. El acuerdo se llegó en una de las salas de lo Penal de Eivissa a través de una sentencia de conformidad. La droga intervenida fue valorada en su día por la Delegación del Gobierno en una cifra próxima a las 450.000 pesetas.
El acusado, propietario de un bar en Eivissa e investigado por la el Grupo de Investigación Fiscal y Antidrogas (Gifa), fue sorprendido en el polígono industrial de Can Bufí cuando manipulaba un paquete. La Benemérita verificó las sospechas recabadas contra su persona al encontrar en el interior del envoltorio 630 gramos de hachís. El juzgado posteriormente concedió los permisos necesarios para realizar un registro domiciliario. Los agentes del Gifa hallaron en el inmueble otros 230 gramos de la citada droga y pequeñas cantidades de cocaína y hachís. El acusado quedó en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial.