El ensañamiento con que se produjo la muerte de la joven Rocío Wanninkhof Hornos, encontrada muerta el pasado martes en Marbella con siete puñaladas y quemada, refuerza la hipótesis de que se tratase de un crimen pasional, dijo el subdelegado del Gobierno en Málaga, Carlos Rubio.
Rubio, que aseguró que de momento «no hay ningún sospechoso», explicó que la experiencia policial indica que los crímenes con cierto ensañamiento corresponden al móvil pasional, por lo que esta hipótesis ha sido reforzada por los investigadores, que trabajan en cualquier caso con otras posibilidades. Las circunstancias en que se encontraba el cadáver, una vez identificado como el de Rocío y el hecho de que varios efectos personales se encontraran junto a él contribuyen a la investigación, en la medida en que aportan muchas pistas, según Rubio. Precisó que la investigación en el entorno de la víctima es una línea de trabajo habitual, y que «no significa presunción de culpabilidad», sino una fuente más de información. Carlos Rubio manifestó que los laboratorios del Instituto Armado en Madrid agilizaron las pruebas de ADN, cuyos resultados se conocieron ayer por la mañana tras remitirse r las muestras desde Marbella.