La policía ha iniciado una investigación para aclarar cómo se produjo la muerte de un extranjero que ocupaba una casa del puerto de Eivissa y cuyo cadáver, en avanzado estado de descomposición, fue hallado después de que un vecino, preocupado por la prolongada ausencia de la víctima, avisara a Comisaría tras acercarse hasta el inmueble y verse soprendido por un fuerte olor.
El cadáver de la víctima, identificado en principio como Thomas W., un fotógrafo de 44 años y al parecer de nacionalidad alemana, fue descubierto cerca de las siete de la tarde después de que los bomberos, tras ser avisados por Comisaría y por orden judicial, facilitaran el acceso al inmueble al juez de guardia, al forense y a la policía.
El personal del juzgado y agentes de la unidad de Policía Científica estuvieron durante más de una hora realizando distintas comprobabaciones en los dos pisos de los que consta la vivienda, ubicada en la calle Cipriano Grijo número 3, mientras se realizaban los preparativos para proceder al levantamiento del cadáver.
La autopsia y las próximas inspecciones oculares que supuestamente se realizaran en el piso decidirán si el juzgado deberá abrir nuevas diligencias o dar por concluido el caso si no aparecen circunstancias criminales. Las informaciones recogidas ayer tarde por este periódico sobre este último particular eran cautas pese a que en un principio todo indica a que no se encontró ninguna prueba clara que apuntara directamente a una muerte no natural. La investigación, pese a todo, tendrá que esperar resultados concluyentes en las próximas inspecciones y análisis médicos por prudencia ante la falta de luz suficiente que había en la casa y el destacado grado de putrefacción en que fue hallado el cuerpo.