El número de mineros muertos por la explosión registrada anteayer en la mina «Barakov» asciende ya a 82, en el más grave accidente de la historia de la cuenca carbonífera de Ucrania. Miembros de las brigadas de rescate dijeron que otros siete mineros fueron trasladados a hospitales con quemaduras de diversa consideración, aunque los médicos creen que «salvarán la vida». De las investigaciones preliminares se desprende que la explosión de gas grisú, ocurrida a 664 metros de profundidad en dicha mina, en la ciudad de Sujodolsk, se debió a posibles «violaciones graves de las normas de seguridad».
Otras fuentes declararon que muy probablemente la causa de la explosión estuvo en el envío y uso de una botella de oxígeno para soldar el cojinete de una cinta transportadora de mineral que se había roto. Los accidentes mortales en las minas carboníferas de Ucrania se llevan centenares de vidas todos los años, en una tendencia que se ha agudizado desde su independencia de la URSS en 1991 por la relajación del reglamento de seguridad.