El Consell Executiu de la Generalitat de Catalunya acordó ayer pedir al gobierno que declare zona catastrófica la comarca barcelonesa del Bagès y el área de El Vendrell (Tarragona) y ha valorado en 11.000 millones de pesetas los daños causados por el temporal del fin de semana en infraestructuras y servicios públicos.
Simultáneamente, el gobierno catalán ha aprobado en su reunión de esta tarde un decreto que autoriza a once departamentos a conceder ayudas a las personas físicas y jurídicas y a los ayuntamientos afectados por los efectos de las tormentas, según ha anunciado en rueda de prensa el conseller de Economía y portavoz del ejecutivo, Artur Mas. Mas ha recordado que a esta cifra de 11.000 millones deberán sumarse los desperfectos y pérdidas causadas en bienes privados, que están aún por evaluar.
Por otra parte, el Col·legi d'Ingeniers de Catalunya estima en un informe que la única causa del desplome del puente de la N-II fue una avenida de agua «extraordinaria» que arrancó los cimientos del viaducto. Este mismo documento exculpa a los técnicos que redactaron y controlaron la construcción y ampliación de este mismo puente.