Fue descubierta por un vecino de Sant Antoni cuando tomaba el sol en lo alto de una cruz de caña y prácticamente apoyada a un escaparate de una tienda. Nada de particular si no se tratara de una boa de unos seis metros de longitud que según se ha resuelto vive a sus anchas en un establecimiento de temporada de esta localidad y que ahora está cerrado.
La Policía Local de Sant Antoni comprobó al mediodía de ayer la veracidad de la llamadas al desplazarse al local, ubicado en la calle del Faro, y dio aviso posterior a la Guardia Civil para que fuera puesto en conocimiento del Servicio de Protección de la Naturaleza y esta unidad tomara las medidas que fueran oportunas. Averiguaciones posteriores emprendidas por la misma Policía Local sirvieron para dar con una persona, de nacionalidad británica, que dijo ser sólo el «cuidador» de la serpiente.
Este explicó que se limita a llevarle al animal conejos vivos para que le sirvan de sustento y que el propietario real de la boa, supuestamente la persona que tiene alquilado el local, otro inglés, se haya ahora ausente. La tienda, especializada en ropa, sólo abre durante el verano.
Distintas fuentes mostraron a este periódico su temor a que por distintas circunstancias la boa terminara en la calle. Al cierre de esta edición, la serpiente seguía en lo que ya es su 'hábitat natural'.