EFE-EL SALVADOR ientras el movimiento sísmico prosigue en El Salvador con más de 1.521 temblores registrados hasta ahora desde el terremoto del pasado sábado, las autoridades siguen, en medio de una polémica, repartiendo la ayuda humanitaria a los más de 54.000 damnificados y el rescate de las víctimas soterradas.
Durante los últimos días han crecido las quejas de los damnificados que no han recibido todavía ayuda internacional, pese a que desde el domingo han aterrizado más de una veintena de aviones con especialistas, médicos, víveres, medicinas, mantas y todo tipo de material necesario en catástrofes como esta. Al drama de haberlo perdido todo en la catástrofe, que arroja un saldo provisional de 681 muertos y 3.440 heridos, los más de 54.000 damnificados afrontan ahora la incertidumbre de saber si algún día podrán regresar a sus viviendas.
El problema más grave se está registrando en el refugio El Cafetalón, en Santa Tecla, a unos 20 kilómetros de la capital, donde más de 10.000 personas se han instalado en un recinto que alberga cuatro campos de fútbol y carece de los servicios mínimos. Los afectados han improvisado tiendas de campaña con palos y plásticos, duermen en el suelo, apenas cuentan con una decena de baños.