La policía ha detenido a un vecino de Eivissa del que se sospecha que utilizaba su domicilio como lugar de contacto para suministrar droga entre sus clientes, principalmente jóvenes con edades comprendidas entre los 18 años. La casa donde se cerraban los domicilios, precisamente donde residía el acusado, se encuentra en Vía Púnica.Éste ya contaba con antecedentes por robo con fuerza y otros delitos relacionados con la propiedad. Los agentes se incautaron en este servicio de 19 gramos de hachís.
La investigación realizada por agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) ha resuelto que la supuesta clientela del sospechoso detenido, identificado como Francisco Javier R.M., natural de Eivissa y de 29 años, se encontraba entre personas muy jóvenes de acuerdo con la información recogida en el operativo que se instaló al tenerse conocimiento de que esta persona podría estar vinculada al tráfico de estupefacientes.
La policía llevó a cabo continuas vigilancias en la casa de Vía Púnica donde residía Francisco Javier R. M. y constató que en numerosas ocasiones se acercaban al portal jóvenes que reclamaban al acusado tras utilizar el mismo portero automático del inmueble para concertar las «entrevistas». Momentos después, estas mismas personas eran vistas abandonando la casa portando pequeñas cantidades de droga, cantidad en dosis siempre obtenidas para el autoconsumo. Las sospechas sobre la presunta actividad de comercio con drogas que se podría estar llevando a cabo desde este domicilio se fundamentaron aún más después de que también se descubriera la presencia de jeringuillas usadas en los rellanos de la escalera del inmueble. Según Comisaría, la existencia de hipodérmicas en estos lugares era bastante habitual.
Los agentes de la UDYCO que participaban en las pesquisas procedieron precisamente a la detención de Francisco Javier R.M. cuando se hallaba en las inmediaciones del inmueble. El acusado ya ha sido puesto a disposición judicial. Se da la circunstancia de que este el segundo punto de venta de drogas clausurado en la isla en pocos días. La Guardia Civil, esta vez en Sant Antoni, se incautó la semana pasada de una gran variedad de estupefacientes -entre ellos 269 gramos de hachís y 19 de cocaína- tras localizar una vivienda sospechosa en esta localidad de la isla.