Una mujer embarazada fue atacada y devorada por un grupo de tigres que arrastraron su cuerpo hacia la selva en la norteña provincia camboyana de Siem Reap, informó ayer domingo la policía de aquel país.
Los hechos relatados por las fuentes policiales se produjeron la última semana del pasado mes de abril en un poblado remoto y de difícil acceso de la meseta camboyana y a unos 50 kilómetros de la frontera con Tailandia, dijo ayer a la prensa el jefe de policía de la provincia de Siem Reap, Tan Chhay.
Según indicaron las mismas fuentes policiales, en las semanas anteriores a este ataque contra la mujer embarazada los tigres mataron a unas diez vacas de la aldea en la que vivía la víctima.
Tal y como relataron los oficiales policiales los lugareños no hicieron nada contra este grupo de felinos salvajes, ya que la creencia popular en estos pueblos camboyanos considera a esos felinos espíritus de la selva. Por este motivo, los campesinos de esta pequeña población decidieron no cazarlos.