Los técnicos trabajan sobre la base de que el incendio de Sant Vicent ha causado un importante daño ecológico a la isla. Es una realidad que se desprende no soló de un examen cartográfico sino también del que se ha recogido hora a hora en la montaña durante lo que parecía un imparable avance del fuego. Las horas siguientes, con la previsible extinción total del incendio y la elaboración y análisis del perimetraje, darán el resultado exacto de lo que ha perdido el norte de Eivissa.
De este examen, además, se podrá conocer casi con seguridad si el fuego, como parece, fue provocado después de que un experto supervise la zona y las pruebas recogidas, al tiempo que la Guardia Civil continúa su investigación. Un primer perimetraje provisional recoge que las llamas han causado un gran daño a una masa forestal rica y densa en pinal y savinal, un lugar del que está acreditado su alto valor ecológico. A ello se une que el importante daño que ha sufrido el área de Sant Vicent comprendida entre el Pla de ses Formigues, el Puig de ses Penyes y los acantilados de es Racó de sa Talaia y los de Escull des Pas. Los primeros cálculos establecen que al menos habrá que esperar 25 años para que la zona se haya recuperado.
Los primeros estudios que se han hecho sobre el terreno evidencian al pérdida de especies endémicas de la isla en la parte de los acantilados, así como de vegetación costera de gran valor. Muy destacable también es lo perdido en el valle de sa Talaia, en el lugar de la deflagración, un lugar completamente arrasado y que estaba cubierto por lo que se conoce como bosque antiguo.