La policía detuvo tras un tiroteo al presunto autor, que se trata de un individuo moldavo. El suceso se produjo la pasada madrugada y durante un breve espacio de tiempo en un chalé de la calle Arquitectura número 117, desde donde la mujer del fallecido hizo tres llamadas de auxilio al 112 para requerir la presencia de la policía y los médicos, al relatar que su esposo podía estar muerto, ella estaba herida y sus hijas también se encontraban en la casa. La policía investiga varias hipótesis, entre ellas la de que, además del detenido, intervinieran más personas en el brutal suceso, y el móvil del robo como desencadenante del crimen en la vivienda, donde se hallaron siete casquillos de bala. El detenido, P.A, de 23 años y de origen moldavo, cuenta con antecedentes por robo. La familia descarta que el crimen tenga que ver con algún tipo de venganza.
La policía tuvo conocimiento de los hechos por una llamada de la mujer, Angela S.P, a los servicios del 112 a las 4'16 horas en la que comunicó que estaba junto a su marido y que se oían ruidos en la vivienda por lo que pedía que acudiera la policía. Instantes después el personal del 112 le dijo a la mujer que no colgara porque iba a pasar la llamada a la Policía, pero esta colgó. A las 4'38 horas se recibió una segunda llamada de la esposa, en la que ésta dice a los médicos del 112 que están heridos, «que su marido está muy mal, que incluso puede estar muerto, ella ha recibido un disparo y que sus hijas también están en la casa».
En una tercera comunicación, a las 04'47 horas, la mujer contó que oyó a la policía en los alrededores de la casa, pero que no podía abrir la puerta porque estaba herida y no puede moverse. Finalmente, sobre las 4'50 horas los agentes lograron acceder al chalet donde hallaron a las víctimas, entre ellas el cadáver del marido. La esposa fue hallada sobre la cama, con una herida por arma de fuego con orificio de entrada en el glúteo izquierdo y de salida en la parte derecha del abdomen. Las hijas de la pareja, de 15 y 17 años, presentaban una de ellas herida en el cuello y la otra había sufrido una agresión sexual. La policía se topó con el supuesto agresor cuando llegaba a la urbanización y finalmente fue detenido sobre las 6:15 de la mañana, tras un tiroteo, frente al Hipercor de Pozuelo.
Minutos antes el hombre se deshizo de una bolsa que pudo ser recuperada por los agentes, en la que llevaba un revolver del que había agotado todas las balas y la camisa azul que, presuntamente, llevaba puesta durante el asalto, además de varios objetos cuya procedencia investiga la policía por si hubieran sido robados del domicilio. Las dos hijas fueron dadas de alta ayer por la mañana, mientras que su madre fue intervenida en el hospital.