La Audiencia Provincial ha absuelto a la constructora y al aparejador que en su día fueron condenados por el juzgado de instrucción número 1 de Eivissa como responsable del derrumbe que tuvo lugar en abril de 1997 en un edificio de la Marina, cargos que sin embargo ha mantenido el tribunal para los arquitectos a quienes competía la obra. La nueva decisión, en resumen, se basa en considerar que hubo fallo en el proyecto de obra pero no en la dirección.
El tribunal, en concreto, ha tomado esta decisión resolviendo los recursos que se presentaron en su día en el pleito que se sigue después de que se viniera abajo el número 13 de la calle José Verdera, inmueble contiguo a otro en el que se realizaban obras de construcción por parte de la firma 'Xicu Casals S.A',absuelta ahora junto con el aparejador. El juzgado ibicenco, en un siniestro sin heridos, estimó el pago de cerca de cien millones de pesetas para los perjudicados. La Audiencia, sin embargo, ha reducido sensiblemente la cuantía del dinero que deben percibir los perjudicados.