El fiscal pidió ayer en la Audiencia Provincial cuatro años y medio de prisión para un hombre de 37 años de edad que fue detenido el pasado verano por la Guardia Civil cuando se actuaba para evitar la celebración de un fiesta ilegal en un paraje de Santa Agnès. El acusado, que se hallaba en el lugar para pinchar música, fue arrestado después de que se le intervinieran distintas cantidades de éxtasis -algunos gramos en polvo-, cocaína y hachís, además de 32 cartoncillos de LSD, estupefaciente este último del que el imputado dijo no tener nada que ver.
Según su testimonio y las pruebas que la defensa intentó poner ante el tribunal, el LSD -y no la otra droga intervenida supuestamente destinada la autoconsumo, siempre al hilo de esta versión- pertenecía a un francés que, arrepentido, puso estos hechos en conocimiento de un abogado, pero que luego no se decidió en ningún momento a acudir al juzgado a declarar y que ayer tampoco estuvo en el juicio.
La Audiencia, por otro lado, resolvió con conformidades tres casos de drogas que quedarán en condenas de tres años de prisión. Para dos de estos casos la defensa solicitará la suspensión de la pena por tratamientos médicos. Uno de ellos se refiere a un joven detenido por la Guardia Civil con cocaína en Sant Rafel y otro, por la misma unidad antidrogas, en el aparcamiento de un hipermercado. Otros tres años de prisión recaerán en un senegalés sorprendido en el West End por la Policía Local de Sant Antoni con más de 40 éxtasis, cocaína, hachís y marihuana.