Casi la mitad de las personas que perdieron la vida este año en accidentes de tráfico en las Pitiüses eran usuarios de ciclomotor o motocicleta. Las estadísticas no dejan lugar a la duda cuando se contabiliza hasta una decena de motoristas muertos, la mayoría de ellos jóvenes que perdieron el control de su vehículo o bien se vieron involucrados en una colisión con un turismo.
Son, sin embargo, la mitad de las víctimas mortales registradas este año en las carreteras y caminos de las Pitiüses, un año en que, pese a todo, se ha roto la tónica a las que se estaba llegando después de que en 1999 y 2000 hubiera hasta treinta víctimas mortales, según las cifras no oficiales de Tráfico, entidad que no cuenta como muertos en accidentes de circulación las personas que fallecen pasadas las 24 horas desde el momento en que se produjo el siniestro. A las víctimas de moto hay que sumar cuatro atropellos mortales. El resto de esta lista «negra» -de un total de unos 23- la completan los fallecidos en accidentes de coche. Tres de ellos murieron en Formentera.
Julio y agosto volvieron a ser especialmente trágicos, con cinco víctimas en cada uno de estos meses. Febrero también lo fue, Cuatro personas perdieron la vida tan solo en estos 28 días. Los accidentes más impactantes tuvieron lugar en Jesús, en febrero, al colisionar dos coches en un siniestro que se saldó con dos muertos y un herido grave y que ha desembocado en un proceso penal por la presunta negligencia del conductor superviviente, y el ocurrido en marzo en la carretera de Santa Eulària al perder la vida un anciano cuando su hijo huía supuestamente de una colisión. También fue muy grave el sucedido en agosto en Formentera cuando un coche con personas, uno de ellos de 14 años, se salió de la vía y se estrelló contra una sabina.