El control del centro de emergencias del 112, dependiente del Govern balear, pasará en breve a ser explotado por otra empresa privada, después de que la junta de contratación haya decidido entregar la adjudicación a una UTE (Unión Temporal de Empresas).
El 31 de diciembre pasado acabó el contrato con la empresa que explotaba este servicio, una filial de Telefónica, y se efectuó una prórroga para que el centro siguiera operando sin problemas, tal y como ha sucedido. Al nuevo contrato optaban, en un principio, cuatro empresas, pero una de ellas se retiró porque no entregó la documentación referente a los requisitos solicitados. De entre las tres restantes ya se sabe quién desempeñará el control del 112, pero no será hasta hoy cuando se haga pública la contratación.
El responsable del servicio de emergencias seguirá siendo Vicente Soria, el actual coordinador, y no es probable que el resto del organigrama varíe en exceso. El presupuesto del Govern balear para este servicio durante ocho años es de más de 3.000 millones de pesetas, unos 400 anuales, y de un tiempo a esta parte el 112, tras unos inicios titubeantes, se ha consolidado como un servicio de emergencia casi imprescindible. De hecho, un gran número de urgencias sanitarias y relacionadas con intervenciones de la Guardia Civil o cuerpos policiales tienen como punto de partida una llamada al 112, que a su vez pone en marcha todo el dispositivo de auxilio.