Un vecino de Sant Joan, ahora residente en Almería, lugar de donde es oriundo, reconoció ayer ante el juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa haber cometido un delito de malos tratos en la persona de la que entonces era su mujer, hechos que le van a suponer una pena de seis meses de prisión y el pago de medio millón de pesetas por los daños causados a la víctima. Además, en la sentencia se recogerá la orden expresa de prohibición a la que era su esposa.
El acusado, Juan J. Montoya Gómez, de 51 años, aceptó cumplir esta pena, a la que se llegará en una sentencia de conformidad, después de que la Guardia Civil de Sant Joan le detuviera el 24 de febrero de 2001 después de que protagonizara en su domicilio un nuevo capítulo de violencia doméstica en el que, al parecer, el acusado llegó a esgrimir un cuchillo y amenazar a la víctima. Según la información recogida por este periódico, Juan J. Montoya Gómez fue procesado por este caso después de que se hubieran repetido los capítulos de maltrato familiar que finalmente le han supuesto una condena penal.