Francisco N.F., más conocido como el «Nano», se enfrenta a cinco años de prisión por un único caso de robo a mano armada que se le ha imputado pese a que se le detuvo con el convencimiento policial de que su persona estaba detrás de al menos cuatro atracos que tuvieron lugar en la Marina el año pasado. Su arresto, pese a todo, puso fin a la oleada de asaltos con armas que estaba sufriendo el barrio por un ladrón que siempre actuaba enmascarado.
El sospechoso, un conocido delincuente habitual de Eivissa y que cuenta con amplios antecedentes policiales por distintos motivos, tenía que ser juzgado ayer, ha quedado libre de sentarse en el banquillo por los otros tres posibles robos que se le imputaron al no hallarse durante la investigación judicial pruebas concluyentes que sirvieran de base para sustentar un acusación con garantías contra el sospechoso.
Los atracos siempre los realizó una persona cuya descripción física era coincidente pero que actuó con la cara tapada, aunque nunca igual. Las víctimas aseguraron ver al asaltante armado con una pistola, aunque existían dudas si usaba un revólver o una pistola. El «Nano» sólo fue reconocido en el último atraco habido el pasado 7 de noviembre a la cafetería «Croissant Show», asalto que poco después motivó su detención. En su casa se halló una pistola de aire comprimido de grandes dimensiones. El sospechoso fue visto al caérsele parcialmente la bufanda que se había colocado en la cara. Esta es la única causa por la que va terminar respondiendo.
La misma cafetería fue víctima de un robo similar días atrás, lo mismo que le ocurrió a una casa de cambio, que repitió atraco. En uno de estos robos, el asaltante empleó, al parecer, un sombrero y un pañuelo, y en otro una máscara. El «Nano» no pudo ser reconocido en ninguno de estos casos. Las coincidencias en los casos no han sido consideradas como prueba de cargo.