El alcalde de Sant Joan, Antoni Marí, ha considerado oportuno cesar y buscar un sustituto a Martín M.M., el sepulturero del municipio que se haya pendiente de una investigación judicial después de que la semana pasada fuera detenido por la Guardia Civil al hallarse posibles indicios de que se estuvieran llevando a cabo exhumaciones ilegales en el camposanto. Marí, a su vez, ha ordenado cambiar los cierres de los cincos cementerios para acabar con todas las suspicacias mientas el juzgado aclara lo ocurrido.
Martín M.M. fue investigado y detenido por la Guardia Civil -se le leyeron sus derechos y se le tomó manifestación para quedar luego libre a disposición del juzgado- al existir la posibilidad de que estuviera vendiendo como nuevas las cajas de los restos de los difuntos exhumadas. Estos restos, en todo caso y tras aclararse todo, no eran sacados directamente de los ataúdes sino de los cofres funerarios donde se depositaban al pasar unos años.
Esta práctica lleva realizándose en el municipio desde hace una década, cuando algunos de los familiares pedían expresamente que los restos de sus difuntos fueran a urnas y no al osario común, lugar donde precisamente se cree ahora que podrían estar los restos cuya desaparición han denunciado tres personas.