El fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, afirmó ayer que la implantación de los juicios rápidos «contribuirá, sin duda, a tranquilizar a los ciudadanos» ante un «rebrote de la llamada inseguridad ciudadana», ya que la sociedad «verá que quien comete un delito y otro no se va de rositas». Cardenal dijo que esta medida «es algo que estábamos esperando todos y algo anunciado en el Pacto de Estado para la Reforma de la Justicia», y atacará a esa inseguridad «con las normas que tenemos, que son las leyes».
Según el fiscal general del Estado, la sociedad podrá comprobar que esos delitos «son conductas comprendidas en el Código Penal, y en un país civilizado hay que llevar a sus autores a juicio e imponerles las penas del Código, pero necesitábamos los instrumentos legales para ello», apostilló.
En las modificaciones ha trabajado «una comisión de expertos y todos los partidos están de acuerdo en que vaya hacia adelante», por lo que «se tramitará con carácter de urgencia» y podrían ser aprobadas antes de terminar el actual periodo de sesiones, que se prolonga hasta junio, explicó. Sobre la posible reducción de la reincidencia gracias a los juicios rápidos, opinó que «remitirá en la medida en que si a un individuo se le condena por tercera vez, se le considerará multi-reincidente y la pena se agravará».