Seis personas han muerto, dos se encuentran desaparecidas y varios casas de la capital están en peligro de derrumbamiento en la mañana posterior a la tromba de agua que cayó anteayer sobre la capital tinerfeña. Los heridos se elevan a 30 y los afectados a 500, y las calles de Santa Cruz presentan un panorama desolador, ya que se encuentran anegadas por el barro y las rocas desprendidas desde las montañas, y en la actualidad trabajan miembros del Ejercito de Tierra y personal civil en su limpieza. El alcalde Santa Cruz de Tenerife, Miguel Zerolo, afirmó hoy en conferencia de prensa que la situación en la capital sigue siendo «grave», «ya que el peligro de derrumbamientos persiste».
«El peligro todavía no ha pasado porque ahora empieza el derrumbe de muros», aseguró Zerolo, quién pidió a la población avisar a los servicios de bomberos o Policía Local de cualquier grieta que aparezca en las viviendas. Por otra parte, representantes de los gobiernos central y canario, encabezados por el presidente del Ejecutivo autónomo, Román Rodríguez, se encuentran reunidos en la sede de la Policía Local para evaluar los daños ocasionados por la tromba de agua.
En el denominado Centro de Coordinación Operativo Integrado están presentes además del presidente del Gobierno canario, el director general de la Policía Juan Cotino, el delegado y la subdelegada del Gobierno, Antonio López y Pilar Merino, respectivamente y el alcalde de la ciudad Miguel Zerolo. En la reunión también participan representantes de Protección Civil, Cruz Roja, y el Ejército, y en este centro de coordinación se evaluará los daños producidos, no solo en las calles sino también en varios edificios de la ciudad, así como la posibilidad de declarar zona catastrófica.
Además del joven rescatado sin vida por los bomberos, las cinco personas fallecidas por el temporal han sido identificadas como Samanta Mendoza Boria, de 2 años, Juan Carlos Rodríguez García, de 46 años, Berta Martínez Jerez, de 52 años, Gregorio Ramón Travieso Pérez, de 45 años, y José Antonio Galván Morales, de 35 años. Más de cuatrocientas personas que han sido atendidas en el Recinto Ferial de Tenerife, la mayor parte procedente de edificios evacuados debido al riesgo de que se derrumbaran.