El grueso del plan policial que se pondrá en marcha este verano en Sant Antoni no sólo prevé el aumento de agentes para las calles de esta localidad sino también ahondar en la coordinación a tres bandas entre Policía Local, Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía.
Todo ello después de que se haya entendido que los grupos extranjeros son el origen de los principales problemas de delincuencia que sufre durante la temporada este municipio. La colaboración entre las distintas fuerzas policiales, con esta idea como premisa, ya se bosquejó el año pasado después de que grupos ingleses y senegaleses aumentaran la conflictividad al disputarse el mercado de las drogas. La presencia incipiente de grupos de «narcos» colombianos asentados es otro frente en el que la Guardia Civil ya toma medidas, aunque el alcalde Antoni Marí Tur señaló ayer que la principal preocupación estaba en los problemas derivados de lo que escondía la venta ambulante.
La Guardia Civil, de hecho, ya opera desde hace días con un dispositivo especial de unidades de paisano que trabaja con esta finalidad preventiva, según informó la directora insular, Marienna Sánchez Jáuregui. El aumento de parejas de agentes durante las noches, especialmente en el West End, va de la mano de otro plan de actuación en el que se va a incidir en que las administraciones y cuerpos de seguridad comparten problemas comunes que se deben abordar desde sus distintas perspectivas y con apoyo mutuo. Así lo determinó ayer la Junta Local de Seguridad. La Guardia Civil centrará sus esfuerzos en materia de seguridad ciudadana junto con la Policía Local a la vez que Comisaría, por tener competencias en inmigración, aportará su labor a este plan.
El Ayuntamiento, a su vez, tomará medidas más drásticas contra locales y viviendas donde se detecten infracciones. Con todo ello se pretende crear un tejido del que participen todas la unidades. La Junta Local se reunirá de nuevo en breve para tratar otros temas, entre ellos las fiestas ilegales y asuntos de menores y horarios.