La Junta Local de Seguridad de Sant Joan, constituida formalmente ayer en este municipio, acordó extremar la vigilancia y coordinación para impedir la celebración de fiestas ilegales, así como, por el aumento de perros sueltos, endurecer las medidas contra propietarios de animales de compañía que no cumplan con la normativa vigente. Si es preciso, el Ayuntamiento hará las ordenanzas que sean necesarias para que se registre a los animales de compañía y sean paseados con correa y bozal.
La primera fiesta ilegal de la temporada ya se celebró este fin de semana en Sant Llorenç y se espera cortar de primeras las próximas que se detecten. Asimismo se continuará presionando para que se respete la prohibición que hay sobre la venta ambulante, actividad ilegal ésta última que ha disminuido. Sólo se permitirán con autorización mercadillos puntuales y en un momento y horario concreto.
El alcalde Antoni Marí Marí mostró su especial preocupación por estos temas, que ayer fueron tratados en la reunión que mantuvo el máximo responsable municipal con mandos de la Guardia Civil y la directora insular, Marienna Sánchez Jáuregui, encuentro en el que también estuvo presente el auxiliar de policía local que desde hace un mes trabaja para el Ayuntamiento.
Sobre este particular, Antoni Marí se mostró expresamente partidario de que con el tiempo y si se requería se fueran contratando más agentes sin que fuera necesario, y de acuerdo con la ley, crear un cuerpo de Policía Local como tal. El nuevo servicio policial, que también ha «inaugurado» las multas, ha valido ya para ahondar, entre otros puntos, en el control de la venta ambulante -con actas de aprehensión realizadas- y de perros, así como en la vigilancia de ruidos y contaminación acústica junto con el respeto a las zonas de aparcamiento. La Junta Local también invitó a colectivos vecinales y empresariales a exponer sus preocupaciones. Un representante de la Asociación de Vecinos de Puerto de Sant Miquel y Benirràs así lo hizo.