Una exhaustiva investigación llevada a cabo por la Guardia Civil de Eivissa ha podido culminar con esta aprehensión, lo que puede considerarse también con una duro golpe a la estructura de la distribución de esta droga en la isla. Gracias a la intervención de la Benemérita, más de trescientos botellines de éxtasis líquido (nombre bajo el que se identifica el GHB o Gammahidroxibutirato) no llegarán al mercado estival, suponiendo la mayor incautación de esta droga en las Pitiüses -y una de las mayores en España-. Además, al menos una persona ha sido detenida.
Esta droga, por otra parte, ya ha dejado un siniestro rastro en Eivissa. Hace ya tres años que comenzaron a registrarse casos de jóvenes que ingresaban en centros hospitalarios en estado de coma, provocado precisamente por el consumo de esta sustancia, que es completamente transparente y puede confundirse fácilmente con el agua.
Las drogas líquidas de esta clase suele ser repartidas en pequeños frascos. Su consumo es gota a gota y sólo la ignorancia lleva los que lo toman por primera vez a confundirlo con un brebaje que se pueda combinar en su totalidad con una bebida u otra forma de ingesta. Es difícil el corte o la mezcla con otras sustancias alucinógenas porque se entiende que pierden sus propiedades, un hecho que lleva a pensar en que el GHB (también conocido como líquido X, Oro bebible o Gib) se distribuye tal y como lo introducen los traficantes.
Asimismo, varias organizaciones antidroga señalan que el GHB no tiene nada que ver con el éxtasis, ya que mientras éste es un derivado anfetamínico y estimulante, el líquido es una molécula con efectos depresores y sedantes. El gammahidroxibutirato, un anestésico que en más de una dosis -la habitual es pequeña, de unos 30 mililitros-, o mezclada con bebidas alcohólicas, con lo que se potencia su efecto, puede llevar al coma.