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Descuidos fatales

La gran cantidad de robos sufridos en las playas de Eivissa saturan de denuncias a los cuerpos de seguridad

La playa de Platja d'en Bossa también sufre el azote de los 'descuideros».

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No hay cuerpo policial en Eivissa que no esté sufriendo un alud de denuncias referidas a robos cometidos en playas de todo el litoral ibicenco. Los robos al descuido, es decir, aprovechando algún despiste del propietario de los efectos para sustraerlos rápidamente, se han convertido en una de las plagas del verano. Pero no es posible cubrir por completo el litoral de la isla, por lo que desde las fuerzas de seguridad se recomienda que se mantengan una serie de precauciones a la hora de pasar una relajada jornada en la playa para así no tener que terminar el día realizando una desagradable visita a alguna comisaría para efectuar la correspondiente demanda.

Además, los ladrones parecen no tener ningún tipo de horario predilecto, puesto que los robos se suceden a lo largo de todo el día. Desde la Policía Local de Santa Eulària se asegura que la situación que se vive este año era completamente desconocida por su virulencia. Playas de este municipio, como Cala Llenya, Pou d'es Lleó o Cala Martina están en el punto de mira de estas bandas organizadas que recorren la playa esperando encontrar el 'chollo' de un bolso, una cartera, un teléfono móvil o cualquier otra cosa de la que apoderarse. Estos grupos, que parecen estar al menos mínimamente coordinados en algunos casos, han llegado a perpetrar sus fechorías con los propietarios a escasos metros de sus pertenencias, ya que sólo necesitan unos escasos segundos para hacerse con el botín.

En las dependencias policiales no es difícil encontrar a varias personas esperando pacientemente su turno para efectuar la denuncia, cruzando alguna mirada como reconociéndose como víctimas el uno ante el otro. Por otra parte, en Eivissa parece darse un fenómeno poco común respecto a otra áreas geográficas, donde tras el robo la documentación suele aparecer en alguna papelera o en otros lugares. En la isla no es raro comprobar cómo la documentación no vuelve a aparecer nunca más, un hecho que podría relacionarse con la necesidad de alguno de estos grupos organizados de obtener estos documentos para posteriores falsificaciones.

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