Un ciudadano italiano, cuyas facultades mentales podrían haber estado perturbadas, falleció el pasado día 8 de este mes en la unidad de psiquiatría del hospital de Can Misses. La particularidad del caso es que esta misma persona había sido detenida cinco días antes por un delito de exhibicionismo y provocación sexual en la playa de Cala Tarida. Mauro Cornolti, nacido en enero de 1956, pasaba sus vacaciones en Eivissa en el hotel Tarida Beach. El pasado día 3 se dirigó a la playa. Sobre las tres y media de la tarde el vigilante de un establecimiento alertó a la Policía Local de Sant Josep debido a que Cornolti se exhibía y masturbaba frente a unos niños en la propia playa. El vigilante le llamó la atención, a lo que Cornolti respondió mostrándole sus genitales, ignorando igualmente a las personas que le increpaban.
Cuando el mismo vigilante intentó acercarse a él, Cornolti decidió adentrarse en el agua y comenzó a nadar hacia el interior. Un socorrista de la Cruz Roja subió a una lancha y se dirigió hacia él, aunque no logró que subiera a la embarcación. El socorrista se lanzó entonces al agua y, a nado, le arrastró de nuevo hacia la orilla, donde el súbdito italiano se arrojó sobre la arena y comenzó a jugar por lo que tuvo que ser acompañado hasta el vehículo de la Policía Local que ya había llegado al lugar. Según fuentes de la Policía Local, al llegar a las dependencias de este cuerpo de seguridad, Cornolti comenzó a decir frases inconexas y se negó la firmar la hoja de lectura de derechos.
Cuatro horas después de su detención, sobre las siete y cuarto de la tarde de aquel mismo día, Mauro Cornolti fue trasladado por la Policía Local al puesto de la Guardia Civil de Sant Antoni y, desde allí, se le evacuó al hospital de Can Misses para quedar ingresado en el área de psiquiatría, donde murió el pasado día 8 sin que hayan trascendido, hasta el momento, las causas exactas de su fallecimiento.