Las tres jóvenes resultaron heridas de extrema gravedad al producirse una colisión entre la moto acuática en la que navegaban y un catamarán el pasado martes en la playa de ses Illetes, en Formentera. Al cierre de esta edición, una de las víctimas, Suzanna L., polaca y nacida en 1976, se encontraba ayer en coma, en estado crítico, en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario con rotura de hígado, bazo y pelvis y hemorragias de «muy difícil control».
Silvia B., checa y nacida en 1981, se encontraba igualmente en coma con heridas en el rostro y en la cabeza, las cuales fueron operadas a lo largo de nueve horas el mismo lunes. Finalmente, E.W., nacida en 1986 y de nacionalidad francesa, continuaba ayer ingresada en estado grave en el hospital de Can Misses. E.W. sufrió la rotura de fémur, tibia y peroné.
El siniestro ocurrió sobre las tres y media de la tarde a unos 370 metros al suroeste de la Illa Rodona, frente a ses Illetes, cuando, según testimonios de la tripulación del catamarán «Indian Head», del tipo offshore y propiedad de U.A., un ciudadano alemán de 49 años y residente en Eivissa, éste se disponía a regresar al puerto deportivo de Marina Botafoch, en el que tiene su amarre. Junto a esta embarcación se encontraba navegando la moto acuática con las tres jóvenes, la cual, por motivos que se desconocen, se habría cruzado en su camino, provocando que el casco inquierdo del catamarán les pasara por encima. La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación de lo ocurrido.
Fuentes de la Policlínica indicaron que las heridas que presentaban las jóvenes ingresadas correspondían a una o dos hélices. Silvia B. presentaba cortes verticales y transversales en el rostro y la cabeza y Suzanna L. en la espalda y las piernas; un tipo de heridas que, en palabras de estas mismas fuentes, «corresponden a hélices con un radio amplio».
Según pudo saber este periódico, las tres jóvenes realizaron el trayecto entre Eivissa y Formentera a bordo de la moto acuática y decidieron detenerse en ses Illetes, una zona en la que, debido a que forma parte de la Reserva Natural de ses Salines, está «expresamente prohibido» el uso de vehículos de este tipo, tal y como señala el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN). La normativa vigente de la Guardia Civil impide dirigir una de estas motos sin tener titulación para ello, exigida en este caso al tratarse de una embarcación privada y no de alquiler.
Tras el accidente, las jóvenes fueron rápidamente auxiliadas por una lancha particular y por la tripulación del yate «Nufer», propiedad del empresario Fernando Fernández Tapia, quien colaboró en el operativo trasladando a las víctimas a la playa. Allí se dieron cita varios médicos y enfermeras que se encontraban en ses Illetes, junto a socorristas de Cruz Roja y al equipo médico del 061. Antes de su traslado a Eivissa en helicóptero, a Silvia B. se le tuvo que realizar una traqueotomía en la misma playa, una intervención que le salvó la vida. El médico que se encontraba en ses Illetes aquella tarde y que efectuó la incisión visitó ayer la Policlínica para interesarse por el estado de las heridas. La última de las jóvenes en ser trasladada a Eivissa en helicóptero realizó el vuelo sobre las 20'00 horas.