Culpable de asesinato con alevosía y ensañamiento. Este es el veredicto que ayer alcanzó el jurado popular y que supondrá la condena del marroquí Mohamed Abdeoaim, por quemar viva a una mujer de 29 años arrojándole cola de contacto. Ana Torres sufrió este incidente el día 8 de enero del año pasado en un taller de marroquinería de es Rafal y murió al día siguiente en un hospital de Barcelona al sufrir quemaduras en el 90 por ciento de su cuerpo. La víctima estaba casada y era madre de una niña.
El jurado sólo tardó un día en alcanzar este veredicto. El portavoz explicó las pruebas que han utilizado para condenar a Mohamed, entre las que destaca el informe forense, que confirmó que además de las quemaduras la mujer había sufrido cuatro golpes mortales en la cabeza provocadas con un objeto.
También se ha valorado las declaraciones de los testigos que escucharon como la víctima gritaba «no lo hagas», o el vecino que escuchó de palabras de Ana cuando le decía ¿por qué lo ha hecho? El jurado se opone a que en un futuro se conceda un indulto al acusado. La fiscal Rosario García Guillot solicitó al juez Eduardo Calderón que condene al acusado con 25 años de prisión. La misma pena pidió la letrada Aina Mesquida, que representa a la familia de la víctima, al igual que la abogada Francisca Arrom, en nombre del Lobby de Dones. El letrado defensor Damián Mercadal solicitó la pena mínima.
El acusado siempre ha negado los hechos y ha mantenido que la mujer se quemó por accidente.