Ernesto P.V., más conocido como «Spiderman» por su especialidad en el robo con escalo, fue detenido anteayer tarde en el mismo corazón de sa Penya después de que día atrás lograra huir de un dispositivo policial tras agredir a un agente y superar una persecución que discurrió de madrugada entre la Marina y Via Romana.
El arresto del sospechoso, un conocido delincuente natural de la localidad leonesa de Congosto y de 31 años, costó, sin embargo, a la policía que tres agentes tuvieran que ser atendidos en el hospital al ser atacados supuestamente por este individuo, persona, por otra parte, de gran agresividad por su fuerte toxicomanía.
Además, todo ocurrió entre un ambiente de hostilidad entre el vecindario, que intentaba impedir que se llevase a acabo la detención de Ernesto P.V., según informó la propia Comisaría a través de una nota de prensa. La «protección» que recibió el sospechoso no era, al parecer, ajena a los manejos que éste podía llevarse con los clanes que controlan la droga en sa Penya.
El presunto ladrón fue localizado y capturado en el interior de un inmueble abandonado del mismo barrio, zona donde se cree que estaba encontrando refugio. Esta hipótesis se deduce del hecho de que la policía veía entorpecida durante la investigación preliminar su trabajo dentro del barrio. Todo indica que ésto, y el cobijo que se le daba al sospechoso, venía de la mano de los beneficios que obtenían los clanes con los robos que se le atribuyen. Así se entiende que Ernesto P.V. entregaba supuestamente los efectos que sustraía a personas relacionadas con los clanes y éstas, como contraprestación, le daban la droga que necesitaba.